Vivienne Westwood, la persona que vistió a los Sex Pistols, murió a los 81 años, fue sinónimo del punk rock de los años 70, una rebeldía que siguió siendo el sello de una diseñadora abiertamente política que se convirtió en uno de los grandes nombres de la moda británica.
“Vivienne Westwood ha muerto hoy, en paz y rodeada de su familia, en Clapham, al sur de Londres. El mundo necesita gente como Vivienne para hacer un cambio a mejor”, dijo su firma de moda en Twitter.
El cambio climático, la contaminación y su apoyo al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, quedaron plasmados en camisetas o pancartas de protesta que sus modelos llevaban en la pasarela.
En 1989, se disfrazó de la entonces primera ministra Margaret Thatcher para la portada de una revista y condujo un tanque blanco cerca de la casa de campo del que más tarde sería el líder británico, David Cameron, para protestar contra el fracking.
En 1992, la Reina Isabel le concedió a la rebelde diseñadora la medalla de la Orden del Imperio Británico. Pero, siempre dispuesta a escandalizar, Westwood se presentó en el Palacio de Buckingham sin ropa interior, situación mostró a los fotógrafos con un revelador giro de su falda.
“La única razón por la que estoy en la moda es para destruir la palabra ‘conformidad'”, dijo Westwood en su biografía de 2014. “Nada es interesante para mí a menos que tenga ese elemento”.
Reconocible al instante con su pelo naranja o blanco, Westwood se hizo un nombre en la moda punk del Londres de los años 70, vistiendo a la banda de punk rock que definió el género.