¿Qué es el recalentado?
Ya es una tradición mexicana que precisamente se trata de “recalentar” (calentar nuevamente) al día siguiente los sobrantes de la cena de navidad.
Sin duda, las fechas esperadas para el recalentado son el 25 de diciembre y el 1 de enero. Ya que, el 24 y 31 de diciembre se realiza la cena especial con platillos elaborados o los más tradicionales del año, como el pavo relleno, la pierna adobada, los romeritos, el bacalao, ensalada navideña, entre otros.
Es así que, al otro día de la celebración, comúnmente se acumula una gran variedad de sobrantes en buen estado, y para los mexicanos es sinónimo de recalentado. Sin embargo, existe una que otra persona que no es partidaria de repetir platillos; aunque suele pasar que una vez que decides probar el recalentado deseas más. A esto se suma que es el pretexto perfecto para reunirse nuevamente y continuar con la esencia de unión y paz.
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Aunque tengamos un sinfín de hipótesis, la verdad es que detrás del inigualable sabor de un recalentado, existe un fenómeno químico que le da ese sabor extra a la cena del día anterior.
¿Por qué sabe mejor el recalentado?
Hasta para la explicación de una comida recalentada la ciencia tiene la respuesta. Se explica que, durante el recalentado ocurre un fenómeno químico en el que entra en juego la composición de los alimentos.
En este sentido, científicos y especialistas en gastronomía, detallan que cuando los alimentos se exponen nuevamente al fuego, los líquidos contenidos en la comida se modifican y esto hace que nuestros platillos tengan un sabor aún mejor que la noche anterior.
Además, la carne del pavo como las demás fuentes de proteína, ofrecen un sabor extra, debido al colágeno que sigue descomponiéndose hasta 30 minutos después de que se retiró del fuego, por lo que podrías estar dando un primer bocado al recalentado y aún el alimento se estaría cocinando en teoría.
El colágeno
Lo que quiere decir que el colágeno se torna como una gelatina y una vez que se calienta se derrite, lo que provoca ese sabor diferente y delicioso.
Asimismo, los líquidos que quedan en los platillos funcionan como una especie de marinado por lo que los alimentos concentran mucho. Lo que si se debe tener en cuenta es que para que no se pierda esta magia en tu comida del día siguiente es evitar que se resequen los platillos o dejarlos echarlos a perder.
