En vísperas del 2023 en México en promedio aún las mujeres tienen un sueldo menor al de los hombres. Aunque, dichas diferencias son pocas para aquellas mujeres con mayor preparación, sin embargo, no siempre es valorado su desempeño y profesionalismo.
Como comparativa del sueldo, antes de la pandemia por covid-19, las mujeres tenían un pago, en promedio, de 85 pesos por cada 100 pesos de los hombres.
En cuanto la preparación académica: las mujeres con mayor nivel de estudios enfrentan una menor diferencia con el sueldo de los hombres. En cambio, las trabajadoras con sólo primaria hasta el 2019, ganaron 23% menos que los hombres.
Los sectores de comercio, manufactura y servicios enfrentan las mayores brechas salariales, los cuales, además, emplean al 95% de las mujeres ocupadas.
No obstante, a diferencia de hace algunas décadas, la mujer ha obtenido grandes logros en cuanto a la igualdad de género, posicionándose en múltiples ámbitos. Por ejemplo, su incorporación al mundo del trabajo remunerado es uno de los cambios sociales más significativos del último siglo.
Pese a estos importantes pasos, el sueldo por su trabajo sigue siendo menor al de los hombres en todos los países que disponen de datos para constatar esta realidad.
Posibles causas por las que mujeres ganan menos que los hombres:
Estas diferencias salariales podrían estar definidas hasta el día de hoy, por niveles educativos, edad, tipo de contrato, jornada laboral o el sector y ocupación en que se trabaja, por citar algunos
Entre las causas que se pueden medir en diversas encuestas, los datos muestran que las brechas salariales sufridas por las mujeres se deben principalmente a sus mayores probabilidades de trabajar en sectores económicos con peor remuneración y hacerlo a tiempo parcial (pues trabajar a tiempo parcial suele resultar no sólo en menores salarios mensuales, sino también en menores salarios por hora trabajada). Otra razón es que las mujeres tienden también a trabajar en categorías ocupacionales de peores salarios.
Un último factor relevante es que las mujeres acceden menos a puestos de supervisión de otros trabajadores, lo que evidencia la existencia de los conocidos como techos de cristal, que dificultan el ascenso de las mujeres a los puestos de más responsabilidad en sus empresas. Por el contrario, los datos muestran también que los niveles educativos medios de las mujeres son ya superiores a los de los hombres (especialmente entre las generaciones más jóvenes), lo que evitaría la aparición de brechas salariales incluso mayores que las que existen actualmente.
Sin embargo a estos datos se suman otros elementos como la discriminación contra la mujer (que se produciría cuando una mujer gana menos que un hombre por hacer el mismo trabajo o incluso más); por otra, la existencia de otros factores que no se miden en las encuestas, como por ejemplo diferentes actitudes y comportamientos entre hombres y mujeres a la hora de negociar los salarios con sus empleadores.
Más específico, es que se presenta la discriminación en el mercado laboral. A esto se suma que las mujeres negocian menos su salario y aceptan fácilmente lo que se les ofrece, especialmente cuando asumen el mantenimiento económico de sus familias
Por su parte los poderes públicos, deberian promover el empoderamiento de las mujeres, y asegurar la correcta valoración económica de los empleos.
Con información de medios