Por Adriana Delgado Ruiz |
Le mienten al presidente. No lo ayudan. Cuando una crisis sanitaria estalla, lo hacen quedar mal. ¿Cuántas veces el Ejecutivo Federal ha dado la cara por Hugo López-Gatell quien desde el inicio de la pandemia desestimó hasta el uso de cubrebocas? Una estructura de salud tan omisa que el propio mandatario reclamó en noviembre de 2021 la prolongada falta de medicamentos para el tratamiento de Covid-19 y otros padecimientos que se descuidaron.
Ahora, en la crisis de Durango no es diferente. Mil 800 personas están expuestas a padecer meningitis, como reconoce el propio funcionario. A 72 les dio la enfermedad y 23 de ellas han fallecido hasta ahora. El primer caso se documentó a finales de octubre, pero se dejó correr en silencio hasta que estalló el escándalo un mes después.
Una nueva y grave falla de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris), responsable de establecer y vigilar los protocolos de manejo y dispensación de medicamentos en el Sector Salud. Desde el decreto del 19 de agosto de 2020, esa institución está a cargo de la subsecretaría encabezada por López-Gatell. En esa ocasión, el doctor dijo que “hay muchas indicaciones a lo largo de varios años de que la calidad de la regulación sanitaria en México es limitada”, se comprometió a fortalecerla y a eliminar la corrupción y la ineficacia.
Irónicamente la medida se tomó luego de que, cinco meses antes, la aplicación de heparina sódica contaminada en el Hospital Regional de Pemex en Tabasco había dejado a 69 pacientes graves e incluso 14 de ellos murieron. Hoy, queda claro, el trabajo de la Cofepris tras 28 meses a cargo de la estructura encabezada por el doctor López-Gatell sigue siendo, por lo menos, igualmente incompetente.
En los cuatro hospitales privados, ahora clausurados en Durango por el brote de meningitis, se encontraron más de 120 irregularidades desde la presencia de hongos y bacterias hasta la falta de permisos. Uno de los nosocomios operaba sin licencia, así que las investigaciones también apuntan a funcionarios de la Coprised (estatal) y la Cofepris (federal) por permitirle funcionar.
Hay 43 denuncias y sí, impunidad, siete órdenes de aprehensión pero ningún arrestado hasta el momento. El Instituto Nacional de Migración emitió una alerta contra los presuntos responsables para que sean detenidos si se detecta que intenten abandonar el país.
Mientras, más desatinos del doctor López-Gatell. El 1 de diciembre, dijo que “ya encontramos la causa” del brote de meningitis: el hongo microscópico fusarium solani. Una semana después, el Laboratorio Nacional de Referencia de la propia Cofepris lo desmintió en un comunicado: “no se detectó la presencia de fusarium solani en las muestras de medicamentos en las cuales se realizó la prueba de PCR”. Es decir, se sabe lo que no fue, pero no la causa real.
Desde el inicio de la crisis sanitaria por la Covid-19, el desempeño de Hugo López-Gatell ha sido cuestionado desde perspectivas diversas. Ni la cifra de fallecidos que informa refleja la realidad porque es muy menor al número, también oficial, del exceso de mortalidad en las actas de defunción.
En enero de 2021, las críticas hacia él habían arreciado al difundirse una fotografía en que aparecía vacacionando en playas de Huatulco, en pleno pico de la pandemia en el Valle de México, cuando su advertencia para la población había sido permanecer en casa. Un comportamiento impropio del ejemplo de un funcionario público, más bien en la actitud de un rockstar.
Ayer, en la mañanera, dijo que los jóvenes no deben vacunarse contra la influenza porque “le quitan la oportunidad a quienes realmente lo necesitan”, cuando antes solía aplicarse esa inmunización masivamente en esta época.
Sí, Hugo López-Gatell le miente al presidente.
@AdriDelgadoRuiz