El jugador Amir Nasr-Azadani, de 26 años, enfrenta una posible ejecución por su participación en diversas protestas a favor de los derechos humanos y de las mujeres.
Ante la situación la Federación Internacional de Futbolistas Profesionales (FIFPRO) dijo que está “conmocionada y asqueada” por los informes de que el futbolista iraní Amir Nasr-Azadani enfrenta una posible ejecución “después de hacer campaña por los derechos de las mujeres y las libertades básicas en su país”.
Nasr-Azadani fue acusado de pertenecer a un “grupo armado” involucrado en las protestas de la ciudad de Esfahan, donde tres agentes de seguridad perdieron la vida, según la agencia IRNA.
Como dicta el código penal de Irán, la pena se aprobaría si se puede demostrar que el jugador portaba un arma de fuego; de lo contrario hay posibilidad de que sea sentenciado a prisión.
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En el informe, Jafari dijo que Nasr-Azadani había sido acusado de Baghi, o disturbios contra las autoridades, y que está bajo custodia desde el 27 de noviembre, pero que aún no se ha emitido una sentencia.
Según el código penal de Irán, la sentencia podría conllevar la pena de muerte si se prueba que el acusado usó un arma de fuego. De lo contrario, podría ser sentenciado a prisión.
El futbolista de 26 años, de la ciudad histórica de Esfahan en el centro de Irán, había jugado para los clubes de fútbol profesional iraníes Rah-Ahan, Tractor y Gol Rayhan, informó IranWire, medio activista con sede en Londres.