Blond, que es una tienda de vajillas se ha visto obligada a retirar unas piezas de su colección que tenia la figura de Ana Frank sonriente, siendo una víctima del Holocausto, y es que recibieron fuertes críticas en las redes sociales así como organismos que representan a toda la comunidad judía.
La tienda ha sido desacreditada en los últimos días, después de lanzar su última colección llamada “Hollands Glorie” (Gloria Holandesa), que incluye vajillas, zuecos y tulipanes, y entre los que hay piezas con un dibujo que busca representar a Ana Frank sosteniendo su diario.
Lo que más ha suscitado las críticas es que la figura muestre a una sonriente Ana Frank, la más conocida entre todos los jóvenes autores judíos que documentaron su vida durante el Holocausto y cuyo diario ha sido traducido a más de 60 idiomas.
El Centro de Información y Documentación de Israel (CIDI) en Países Bajos subrayó que sus miembros están “estupefactos” y consideran “esta elección increíblemente inapropiada”, por lo que instó a la tienda Blond a “retirar inmediatamente esas tazas de sus estantes”.
Además, subrayó que una imagen alegre de Ana Frank en una taza de café con el tema “Gloria holandesa” es “ciertamente inapropiado, no es el contexto en el que debe ser recordada, y lamentablemente su final no fue precisamente un ejemplo de Gloria holandesa”.
La Casa Museo de Ana Frank, en Ámsterdam, también subrayó que esta decisión de representar a la joven judía muestra “poca conciencia histórica y poca empatía”.
Una tienda de Ámsterdam retira vajilla con la figura sonriente de Ana Frank
Después de las fuertes críticas, que también han llegado por parte de numerosos usuarios en las redes sociales, la tienda ha anunciado en un comunicado que retirará el producto de su colección.
“Todo esto es muy incómodo, estamos conmocionados. Por eso queremos informarles que este artículo no volverá a nuestra colección. También donaremos las ganancias obtenidas de este artículo en su totalidad”, señaló la tienda, aunque no está claro a quién quiere donar los ingresos obtenidos de las vajillas vendidas.
No es la primera vez que ocurre algo similar. En 2018, el propietario de una nueva panadería en Ámsterdam, a la que llamó Anne & Frank, se vio obligado a cambiar el nombre a su negocio después de una avalancha de críticas en las redes sociales, donde se le acusó de usar el nombre de la niña judía para atraer clientes.
Por otro lado, a principios de este año, un equipo internacional liderado por ex agente del FBI, Vince Pankoke, publicó en un libro una polémica teoría que señaló a Arnold van den Bergh, un notario judío de Ámsterdam y miembro del Consejo Judío, como la persona que reveló a los nazis el escondite de la niña, a cambio de protección para su propia familia.
La publicación suscitó numerosas críticas y finalmente, la editorial neerlandesa del libro, Ambo Anthos, se vio obligada a anunciar la retirada del libro.