- Sólo 20% de los niños entre 1 y 4 años de edad consume verduras.
- Los mexicanos sufrimos de la triple carga de la mala nutrición: falta de nutrimentos, hambre oculta y obesidad.
Uno de los efectos nocivos que provocó la pandemia fue la deserción de asistencia de la población a los servicios de salud y el aumento de la mortandad materna, así como la mala nutrición debido a la precariedad del acceso a alimentos en los meses críticos.
En el marco de un ciclo de conferencias promovidas por la ONG global Vitamin Angels México, en colaboración con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), un grupo de científicos y médicos analizaron los datos disponibles y mencionaron que “estas deficiencias de micronutrimentos, es decir, las vitaminas y minerales requeridos por el cuerpo para la mayoría de las funciones celulares, se relacionan con la prevalencia de talla baja y desnutrición crónica”.
En México sólo 1 de cada 2 niños de entre 1 y 4 años consume verduras, aunque su dieta sí integra caramelos y bebidas no lácteas azucaradas (40%); esto provocó un aumento en el índice de masa corporal, pero con deficiencias micro-nutrimentales, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) con datos del 2021, expusieron los asistentes.
Abelardo César Ávila Curiel, investigador de la Dirección de Nutrición del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición Salvador Zubirán (INCMNSZ), explicó que 40% de la población escolar en 3ro y 4to año padece sobrepeso y obesidad; y entre 45 y 50%, en 6to de primaria, lo que evidencia un panorama catastrófico de sobrepeso y obesidad infantil en nuestro país.
Añadió que la población mexicana sufre de la triple carga de la mala nutrición, esto es, desnutrición, hambre oculta y obesidad, esta última afecta a 41% de los mexicanos, explicó Mauro Brero, Jefe de Nutrición del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef en México).
Si bien el sobrepeso y la obesidad son altamente prevalecientes en los niños de 1 a 5 años, el problema se genera mucho más atrás, en el embarazo.
Además, debido a la pandemia por Covid-19, aumentó la mortalidad materna y disminuyó drásticamente la asistencia a consultas de atención preventiva, explicó el especialista.
Pero la pandemia no sólo tuvo esos efectos, también disminuyó la promoción de lactancia materna y la alimentación adecuada debido a la falta de acceso a alimentos saludables.
Esto ya era un problema antes de la pandemia, ya que, aunque se recomienda que la lactancia sea exclusiva, al menos hasta los seis meses de vida, sólo 28.6% de menores de 5 meses de edad recibe leche materna, según la Unicef; sin embargo, se estima que los números podrían disminuir.
Así, se prevé que la Covid-19 y la desnutrición en los primeros años de vida, tendrán un impacto en el desarrollo de habilidades motoras, del lenguaje y cognitivas, como se demuestra en la Encuesta (Ensanut) que realiza el Instituto Nacional de Salud Pública.