La crisis energética derivada de la invasión de Ucrania por Rusia pone de manifiesto los riesgos asociados a la fuerte dependencia de la Unión Europea (UE) de unos combustibles fósiles que no posee, lo que, según los expertos, debería acelerar la transición ecológica y no frenarla.
Cómo hacer frente a los altos precios de la energía y en qué invertir los recursos disponibles planeará sobre las negociaciones que se aborden a lo largo de cubre del clima de Egipto, COP27, en la que mandatarios de todo el planeta deberían centrarse en cómo avanzar hacia una descarbonización para mitigar el cambio climático.
La incapacidad de los Gobiernos para afrontar la transición nos ha llevado a una situación de «tremenda vulnerabilidad social» por la alta dependencia de los combustibles fósiles, algo que se habría evitado con una descarbonización más temprana, según el responsable de Energía y Clima de Ecologistas en Acción, Javier Andaluz. Por eso, la crisis debería ser un aliciente para acelerar la transición ecológica, según Andaluz, para quien las renovables y el autoconsumo son la clave.
Crisis energética: las medidas anticrisis conllevan el riesgo de elevar la dependencia del gas
La respuesta sólo puede ser acelerar la transición hacia un modelo energético eficiente, renovable y justo que aproveche los recursos locales en vez de estar sometidos a combustibles fósiles que, además de abocarnos al cambio climático, nos dejan al albur de convulsiones geopolíticas, añadió Mar Asunción, responsable del Programa de Clima y Energía de WWF España.
En su opinión, las medidas adoptadas en la UE, incluida España, conllevan el riesgo de alargar la vida de los combustibles fósiles, pues, además de por la reducción del consumo y las renovables, se está apostando por invertir en nuevas infraestructuras de gas que mantendrá a los países «como rehenes de importaciones durante al menos esta década».
No obstante, los intereses económicos ligados a la industria fósil son muy poderosos y trabajan por mantener o incluso aumentar el consumo de energías fósiles, por lo que no está claro que se vaya a girar definitivamente hacia las renovables, según Zorrilla, quien destaca también la necesidad de poner fin al derroche energético.
Desde la Fundación Renovables, el experto en cambio climático Juan Fernando Martín advirtió de que la crisis está favoreciendo que viejos fantasmas que se creían olvidados en la UE, como el carbón, el uranio o el fracking vuelvan al discurso político, que no empresarial, «haciendo un flaco favor a la transición».
Medidas extraordinarias para aliviar el impacto
Muchos países, entre ellos España, están aplicando medidas extraordinarias para aliviar el impacto en los consumidores del aumento de los precios energéticos, lo que tiene el efecto «indeseado» de promover el consumo de combustibles fósiles y podría ser interpretado como un freno a la transición ecológica, apuntaron desde la patronal eléctrica española AELEC.
Estas intervenciones temporales no pueden hacer olvidar que la política europea de energía y clima gira sobre dos pilares: la descarbonización de la economía y la seguridad energética, que en el contexto actual adquiere una importancia especial y hace necesario acelerar los planes de inversión en tecnologías renovables, fomentar el ahorro y eficiencia energética.
Para el director general de Club Español de la Energía, Arcadio Gutiérrez, los pasos dados desde el comienzo de la invasión no indican que la crisis vaya limitar la ambición de la transición ecológica en Europa, sino todo contrario, y la transición energética supone una «oportunidad única» para España, para el desarrollo industrial y la generación de empleo.
Acelerar más que otros países para no volver a ser dependientes
La factura que estamos pagando deriva de un exceso de dependencia de los combustibles fósiles. Descarbonizar la economía es la vía para reducir el calentamiento global, garantizar el suministro y reducir los costes energéticos, según Pablo Bascones, socio responsable de Sostenibilidad y Cambio Climático en PwC.
Ahora más que nunca, es esencial acelerar la transición energética, «no sólo por motivos de sostenibilidad, sino también para salvaguardar la seguridad de suministro», según el socio de sectores regulados y análisis económico de EY, Antonio Hernández.
Por ello, hay que seguir tomando medidas para un mayor despliegue de tecnologías renovables, tanto eléctricas como gasistas y ecocombustibles con el objetivo de que, a medio plazo, la demanda se cubra por fuentes autóctonas y minimizar los impactos negativos de los shock de oferta internacionales sobre ciudadanos y empresas.
Fuente: EFE VERDE