Ante los disturbios registrados en el estadio de Kanjuruhan por un partido de fútbol entre Arema FC y Persebaya Surabaya, al menos 129 personas han muerto en Indonesia. Ante la situación las fuerzas de seguridad respondieron con el uso de gases lacrimógenos. El inspector general jefe de la policía de Java Oriental, Nico Afinta, detalló que las protestas se generaron tras la derrota del Arema FC contra el adversario.
Asimismo el inspector dijo que los guardias de seguridad tomaron medidas preventivas y de distracción para que “el caos no escalara” lo que ha incluido el uso de gases lacrimógenos.
De acuerdo a medio local, por el momento se ha confirmado el fallecimiento de 130 personas y cerca de 180 lesionados.
El responsable de la Policía ha confirmado que 34 de ellos murieron en el estadio, mientras que el resto lo hicieron durante su traslado al hospital. La mayoría de ellos lo hicieron por falta de oxígeno durante la estampida, según ha informado la agencia DPA.
Por su parte, la Federación de Futbol Indonesa PSSI ha manifestado que “lamenta las acciones de los fanáticos” y ha informado de que ha formado un equipo de investigación que se ha trasladado hasta la ciudad de Malang donde se sitúa el estadio.
Además, PSSI ha señalado que apoya a la policía en la investigación del caso y ha asegurado que este incidente “está manchando la cara del fútbol indonesio”.
“Por el momento, detendremos la competición de la Liga 1 2022/2023 durante una semana. Además, el equipo Arema FC tiene prohibido ser anfitrión por el resto de la competición esta temporada”, ha señalado la federación en una nota de prensa.