Fernando Alberto García Cuevas
Para comenzar, celebro que el presidente de la república anuncie como un logro de su gobierno lo que definió como «revolución de las conciencias» que coloca a México, según informó, en vanguardia mundial.
Me parece que, por la trascendencia de este asunto, los ciudadanos requerimos mas información sobre lo que el gobierno esta haciendo al respecto, para encontrar la forma de contribuir decididamente en el esfuerzo.
En reiteradas ocasiones he referido, la necesidad fundamental de la sociedad, de trabajar, desde todos los frentes públicos, privados y académicos, en la formación del nuevo «perfil del ciudadano» que necesitamos, para enfrentar los tiempos que hoy vivimos.
Un nuevo perfil de ciudadano que reconozca y respete plenamente los deberes que como integrantes de una gran comunidad estamos obligados a cumplir con el más amplio sentido de corresponsabilidad social.
Del mismo modo, el «ciudadano de conciencia activa», por el que trabajo desde hace tiempo, se ocupará naturalmente de la procuración y defensa de los derechos humanos y constitucionales que corresponden a cada quién.
Ciertamente necesitamos avanzar en el impulso de una revolución pacífica de las conciencias, que tan indispensable y vital es para el país entero.
Sin embargo, por su trascendencia en la vida de México, este propósito deberá involucrar a todos los mexicanos, en tanto que hablar de revolución de las conciencias, en esencia es, evolucionar en el modo de ser, pensar y creer de los mexicanos, que se refleje positivamente en la conducta ciudadana, derivada de la formación, que no del adoctrinamiento.
Es innegable que se requieren ciudadanos, hombres y mujeres con visión de futuro, de solidaridad humana, corresponsables de su presente y porvenir en comunidad.
Por tanto, la participación del pueblo en esta revolución, no se debe excluir, es necesaria para aportar ideas sobre la nueva conducta ciudadana, así como para asumir los compromisos que de ello se deriven.
Considerando lo anterior, que importante será, convocar a un gran debate nacional en el que participen todos los sectores de la sociedad. Hecho que significaría, un primer gran esfuerzo para el diálogo, el entendimiento y la construcción de sólidos consensos, sobre los grandes temas nacionales que nos incumben.
Impulsar revolución de conciencias de una nación, necesariamente demanda, el involucramiento de todas las voces de la sociedad.
Las indispensables aportaciones de académicos, expertos, pedagogos, sociólogos, educadores, lideres de opinión, formadores del desarrollo humano, organizaciones ciudadanas, defensores de derechos humanos y valores culturales entre otras disciplinas, desde la raíz de nuestra inmensa y plural diversidad social, política y cultural de la que somos parte, lo mejor de cada quién, en talento y experiencia, contribuyendo de esta manera a la elaboración consensada de los grandes contenidos y acuerdos nacionales, que impulsen el gran salto cultural que tanto necesita México.
Por otro lado, para fortalecer el ejercicio de reflexión, algunas preguntas.
¿Como entender la revolución de las conciencias que refirió el presidente desde la perspectiva del gobierno?
¿En que consiste la revolución de las conciencias, que de acuerdo a lo que se informó, ubicó a México en la vanguardia mundial?
¿Cómo se concluyó que México, es el país mas politizado del mundo?
¿Quién o quienes están coordinando la revolución de las conciencias?
¿De donde provienen las ideas y contenidos fundamentales de la revolución?
¿Quién aporta y sanciona, contenidos e ideas del programa?
¿Cuál es el perfil de los divulgadores?
¿Como se comunican las ideas y contenidos pedagógicos para desarrollar la nueva conciencia?
¿Como están sembrando las ideas entre la población?
¿Que método utilizan para la asimilación popular de los contenidos; imposición, mandato, coerción o consenso?
Para la elaboración de los contenidos, en mi opinión, deberán tomar en cuenta, principios vitales para la prosperidad nacional como; democracia, justicia, bienestar social, pluralidad, diversidad, alternancia política, solidaridad y unidad nacional, temas tan importantes como honestidad, equidad, corresponsabilidad ciudadana, autoridad moral de funcionarios, empresarios, lideres y maestros, respeto recíproco, trabajo en equipo, ciudadanía, mejora continua, superación personal y comunitaria.
Ciertamente los mexicanos requerimos involucrarnos en la transformación política, social y cultural de México, esto es un hecho.
Los ciudadanos no podemos estar al margen de tan trascendente
asunto de interés nacional.
La revolución de las conciencias en una sociedad enferma de anomia, es prioridad, es nuestra responsabilidad compartida, y los mexicanos, en su mayoría estamos dispuestos en participar.
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