Las autoridades tratan de prevenir un repunte de la covid este otoño e invierno con la administración de una única dosis del nuevo preparado al menos dos meses después de la vacunación primaria o de la anterior dosis de refuerzo
Se tiene previsto que las vacunas contra el COVID-19 van a ser modificadas para repeler mejor las variantes de ómicron, estas a su vez serán lanzadas en unas semanas, pero aún está en duda qué tan benéficos serán estos refuerzos, quién debe recibirlos y qué tan pronto.
Pfizer y su rival Moderna le pidieron esta semana a los reguladores estadounidenses que autorizaran versiones modificadas de su vacuna de refuerzo: inyecciones que tienen la mitad de la receta original y la mitad de protección contra la BA.4 y la BA.5, las variantes más nuevas de ómicron.
La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) solicitó esa receta a finales de junio, y ahora está evaluando lo que los científicos llaman una “vacuna bivalente”. Se prevé que pronto emita una decisión.
El gobierno del presidente Joe Biden espera que los refuerzos actualizados puedan ayudar a contrarrestar un aumento invernal del COVID-19 en una población cansada del virus… y de las vacunas. Sin embargo, aunque la primera modificación que se le hace a estas vacunas es trascendental, se trata más de un paso que ya se veía venir —similar a la actualización de las vacunas contra la influenza cada año— que de una verdadera vacuna de nueva generación.
“Necesitamos dar un conjunto de expectativas claras y orientadas al futuro”, dijo el inmunólogo E. John Wherry, de la Universidad de Pensilvania, que compara los ajustes a las vacunas con la actualización periódica del software de las computadoras.