Saber con exactitud por qué una persona se enferma de cáncer y otra no es posible en términos generales, explica el Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
Sin embargo, existen factores de riesgo que pueden aumentar las probabilidades.
Algunos están vinculados al comportamiento, por ejemplo al consumo de alcohol y tabaco, pero otros están por fuera de nuestra posibilidad de control, como los antecedentes familiares.
Un estudio publicado esta semana en una revista científica sugiere que casi la mitad de las muertes por cáncer pueden atribuirse a factores de riesgo prevenibles, incluidos los tres riesgos principales: fumar, beber demasiado alcohol o tener un índice de masa corporal alto.
Cada vez conocemos mejor las causas, el diagnóstico y el tratamiento del #cáncer de origen desconocido, según este estudio de @AmericanCancer https://t.co/595G5PyxmI
— Fundación QUAES (@FQuaes) August 18, 2022
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1. Alcohol
Cuando bebes alcohol, el cuerpo lo transforma en una sustancia llamada acetaldehído que daña el ADN y no le permite al cuerpo reparar el daño, explican los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, siglas en inglés).
Al estar dañado el ADN, una “célula puede comenzar a crecer sin control y formar un tumor canceroso”, dicen los centros, lo que explica por qué es uno de los factores de riesgo principales asociados al comportamiento.
El consumo de bebidas alcohólicas puede aumentar el riesgo de seis tipos de cáncer: de boca, de garganta, esófago, laringe, hígado y seno. Y el riesgo es proporcional, lo que significa es que aumenta en la medida en que aumenta el consumo.
2. Tabaco
El tabaquismo es la principal causa de muerte evitable en Estados Unidos, representando casi 1 de cada 5 fallecimientos.
El Instituto Nacional del Cáncer explica que es la causa principal de cáncer y también de muerte por cáncer y está asociado a la enfermedad de pulmón, de laringe, de boca, esófago, garganta, vejiga, riñón, hígado, estómago, páncreas, colon y recto, y cérvix o cuello uterino.
Tal como en el caso del alcohol, los productos de tabaco y el humo de segunda mano, es decir el que está en el ambiente, tienen compuestos químicos que dañan el ADN y por eso son riesgosos.
Y no hay buenas alternativas. Los cigarrillos llamados “light” también causan cáncer, así como los puros.
3. Dieta
Los expertos señalan que “las dietas con mucha carne roja, carne procesada y alimentos con sal y con poca fruta y verdura, repercuten en el riesgo de cáncer, en particular en el colorrectal, el de nasofaringe y el de estómago”. ¿Pero cuánto?
Un estudio publicado en 2019 en el JNCI Cancer Spectrum encontró que la dieta podía estar más vinculada al desarrollo de cáncer de lo que tal vez imaginábamos y que en un año (2018), más de 80.000 casos de cáncer en Estados Unidos eran atribuibles simplemente a una dieta deficiente.
Los investigadores evaluaron siete factores dietéticos: una baja ingesta de verduras, frutas, granos integrales y productos lácteos y una alta ingesta de carnes procesadas, carnes rojas y bebidas azucaradas, como los refrescos.
“El bajo consumo de granos integrales se asoció con la mayor carga de cáncer en EE.UU., seguido del bajo consumo de lácteos, el alto consumo de carne procesada, el bajo consumo de verduras y frutas, el alto consumo de carne roja y el alto consumo de bebidas azucaradas”, dijo en ese entonces el Dr. Fang Fang Zhang, epidemiólogo de nutrición y cáncer de la Universidad de Tufts en Boston.
4. Edad
La “edad avanzada” es el factor de riesgo más importante, según el Instituto Nacional del Cáncer. “Si se calcula el número de casos por cada 100 000 personas: hasta los 20 años, hay menos de 25 casos; entre los 45 y 49 años, hay alrededor de 350 casos; a partir de los 60 años, hay más de 1000 casos”, explica el organismo.
5. Virus, bacterias y parásitos
El riesgo de cáncer puede aumentar por ciertos gérmenes infecciosos. Las formas en las que operan en el cuerpo son variadas.
En el caso de los virus, por ejemplo, puede que interrumpan las señales encargadas de controlar el crecimiento de las células.
Hay infecciones que debilitan el sistema inmunitario, haciendo que nuestro cuerpo sea menos capaz de combatir otras infecciones que causen cáncer, y también hay virus, bacterias y parásitos que pueden causar inflamaciones crónicas que a su vez hagan que aparezca el cáncer.
La inflamación crónica y la inmunosupresión, de hecho, son otros dos de los factores destacados por la agencia de salud de Estados Unidos.
Entre los agentes infecciosos a mencionar están, por ejemplo, el virus de Epstein-Barr (VEB), los virus de la hepatitis B y C, el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), el virus del papiloma humano (VPH), el virus de leucemia/linfoma de células T humanas tipo 1 , el herpesvirus asociado con el sarcoma de Kaposi (KSHV) y el polyomavirus de células de Merkel.
Casi todos los cánceres de cuello uterino son causadas por infecciones de VPH, que además causa la mayoría de cánceres de ano y es responsable de múltiples casos de cáncer de vagina, vulva y pene.
Puedes leer la información sobre el vínculo entre los distintos virus y cánceres aquí.
6. Hormonas
Los estrógenos, aunque tienen funciones clave en nuestro cuerpo, también son cancerígenos humanos por lo que se asocian al riesgo de padecer esta enfermedad.
Por este motivo las terapias hormonales para la menopausia pueden aumentar el riesgo de cáncer de mama o endometrio, dependiendo de los casos.
“Estudios han indicado también que el riesgo de una mujer de presentar cáncer de seno está relacionado con el estrógeno y la progesterona producidos por sus ovarios (lo que se conoce como estrógeno y progesterona endógenos)”, dice el Instituto Nacional del Cáncer.
7. Obesidad
La obesidad se ha asociado a un mayor riesgo de cáncer de seno, de colon, de recto, de endometrio o revestimiento del útero, de esófago, riñón, páncreas y vesícula biliar.
Un estudio publicado en 2018 en el Reino Unido indicaba que, para la década de 2040, la obesidad incluso se iba a convertir en la causa más común de cáncer entre mujeres, superando al tabaquismo que históricamente ha sido el principal responsable.
8. Radiación UV
La radiación ultravioleta hace que la piel envejezca y genera daños que pueden causar cáncer de piel.
Entre las fuentes de UV está el Sol pero también las lámparas solares y las cámaras de bronceado.
El melanoma es el quinto tipo de cáncer más común en Estados Unidos, según el Instituto Nacional de Cáncer. Se estima que para 2022, se reporten al menos 99.780 nuevos casos, con unas 7.650 muertes.
Es más común en los hombres que en las mujeres y entre las personas de tez clara y aquellas que han estado expuestas a la luz solar natural o artificial (como las camas de bronceado) durante largos períodos de tiempo.
9. Radiación
La radiación ionizante, que incluye la de radón, rayos X y rayos gamma, entre otras, “tiene suficiente energía para dañar el ADN y causar cáncer”. Esto la diferencia de las radiaciones de energía más baja, por ejemplo la de los teléfonos celulares, que no ha sido asociada a padecer cáncer.
“Ciertos procedimientos médicos, como las radiografías, las exploraciones con tomografía computarizada (TC), o con tomografía por emisión de positrones y la radioterapia pueden también causar daño celular que puede resultar en cáncer. Sin embargo, los riesgos de cáncer por estos procedimientos médicos son muy pequeños, y el beneficio de tenerlos es casi siempre mayor que los riesgos”, explica el Instituto Nacional del Cáncer.
10. Sustancias en el ambiente
El Instituto Nacional del Cáncer menciona más de 25 sustancias que se pueden encontrar en el ambiente y que son cancerígenos.
Sin embargo, aclara la agencia, esto no significa que necesariamente vaya a causarle cáncer a quien se encuentre expuesta, sino que hay que tener en cuenta otros factores como cuánto dura la exposición y cuáles son los antecedentes genéticos de las personas expuestas.
Entre las sustancias se encuentran el benceno, cadmio, compuestos de níquel, hollín, polvo de madera, óxido de etileno, radón, etc.
11. El factor genético
Hay mutaciones genéticas asociadas a 50 síndromes hereditarios de cáncer que pueden generar predisposición a padecer la enfermedad. Las mutaciones genéticas heredadas, de hecho, son un componente clave en entre el 5% y el 10% de casos.
Existen pruebas que te permiten saber su tienes alguno de estos síndromes y por tanto una mayor predisposición. Pero tener un síndrome hereditario no significa necesariamente que vayas a padecer cáncer.
Y también hay que tener en cuenta que en una misma familia pueden presentarse cánceres similares no por un síndrome de este tipo, sino por compartir otros factores que causa o predisponen a la enfermedad.
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