- La violencia se agudizó, convirtiéndose en el lastre que nos roba la tranquilidad y la confianza
Monseñor Carlos Garfias Merlos, Arzobispo de Morelia y Presidente del Consejo Michoacano, en conferencia de prensa, reconoció todas las iniciativas de construcción de paz que se están gestando en los diferentes contextos sociales y eclesiales a nivel del país.
Por ejemplo, en Michoacán “estamos empeñados y convencidos que la paz solo se construye través de la sinergia entre las Iglesias, sociedad civil y autoridades civiles y todos los hombres y mujeres de buena voluntad, de ahí que hayamos conformado el Consejo Michoacano para la paz y la reconstrucción de tejido social, un organismo multidisciplinar que pretende generar, promover y difundir procesos que contribuyan al derecho a la cultura de la paz, fomentar el diálogo y la colaboración entre las dependencias y entidades gubernamentales y los diferentes actores sociales para el desarrollo conjunto de estrategias multidimensionales, trasversales e incluyentes que tengan por objetivo la Construcción de la Paz y la Reconciliación”.
Y es que dijo, con el paso de los días, la violencia se ha agudizado en todos los contextos sociales, convirtiéndose en el lastre que nos roba la tranquilidad y la confianza. Pero también reconozco que, en medio de estos momentos de obscurantismo no estamos solos, Dios está con nosotros, Él es nuestra fuerza, nuestra gracia y nuestra paz.
Aún más, añadió, reconozco el empeño que están haciendo los diversos organismos, instituciones y autoridades civiles en favor de la construcción de paz y la reconstrucción del tejido social.
Es grato saber que día a día crece la conciencia y la necesidad de volver al proyecto original de Dios en el que los seres humanos queremos darle más fuerza al amor que al odio, a la justicia que a la corrupción, a la verdad que a la mentira, a la paz que a la violencia, a la convivencia que a la competencia.
Por eso, expuso, invito a no desmayar, cultivemos la paz hoy para cosechar mañana un futuro lleno de amor, de justicia, de verdad y de paz.
Hago memoria del lema que asumimos las Iglesias de México en favor de la construcción de la paz “Paz y bien para México”. Una frase que expresa tanto la misión común de los discípulos de Jesús, como el anhelo que deseamos todos los ciudadanos para nuestro pueblo de México y para el mundo entero.