Un hombre armado intentó penetrar este jueves por la mañana en la sede del FBI en la ciudad de Cincinnati y consiguió huir después de que su presencia fuera detectada por las fuerzas del orden, que lo han cercado pero todavía no detenido.
La Oficina Federal de Investigación (FBI) indicó en Twitter que el suceso tuvo lugar a las 09.15 hora local. Ese individuo intentó adentrarse en las instalaciones de control para visitantes y, al activarse las alarmas, emprendió su huida por la interestatal 71.
“El FBI, la Patrulla Vial del estado de Ohio y las autoridades locales están sobre el terreno cerca de Wilmington, Ohio, tratando de resolver este grave incidente”, indicó el organismo en su breve comunicado.
Según añadió un agente oficial en conferencia de prensa televisada, iba armado con un rifle semiautomático AR-15 y una pistola de clavos.
NEW: Officers exchanged gunfire with a suspect who allegedly attempted to break into the FBI Cincinnati office and later fled after he was “unsuccessful,” officials say.
“The scene is still active and there is still an active standoff situation.” https://t.co/19EKWSumAU pic.twitter.com/ND9rmBG5Zt
— ABC News (@ABC) August 11, 2022
El sospechoso disparó varias veces contra las fuerzas del orden en su huida, pero no se han registrado heridos.
El hombre, según la fuente, está cercado. Se ha establecido un perímetro de seguridad y se ha pedido a quienes se encuentren en un radio de una milla que no salgan de sus casas.
Se desconocen tanto su identidad como sus motivaciones, así como si en el intercambio de disparos con la policía resultó herido.
Lo sucedido tiene lugar en un momento en el que han aumentado las amenazas contra el FBI después de que este cuerpo de investigación registrara la mansión del expresidente republicano Donald Trump (2017-2021) en Florida en busca de documentos clasificados que podría haberse llevado al dejar el poder.
El director del FBI, Christopher Wray, dijo este miércoles estar preocupado ante las amenazas que reciben los agentes de la ley tras este registro.
La violencia contra los agentes “no es la respuesta, al margen de con quién estés enojado”, indicó Wray sin dar explicaciones sobre ese registro, alegando que la política del cuerpo es no hablar sobre los casos en marcha.