En julio, el gobierno declaró estado de emergencia nacional y anunció iniciativas para evitar que empresas como Coca Cola y Heineken se lleven más agua en el norte. También se impusieron cortes de agua a viviendas en Monterrey.
Pero la crisis sigue, protestas y barricadas rodean Monterrey.
Julio fue el segundo mes más cálido en México desde 1953, cuando las temperaturas alcanzaron los 45 grados centígrados en algunos lugares, según el Servicio Meteorológico Nacional.
Pueblos agrícolas como Coyame, que no tienen acceso a aguas subterráneas y dependen casi por completo de la represa de la región, han sido devastados. El ganado en la ciudad se agotó, las cosechas se interrumpieron y la pesca sufrió, lo que obligó a algunos trabajadores a trasladarse a las ciudades.
En las últimas semanas, las lluvias monzónicas de EE. UU. le han dado algo de alivio a Chihuahua, pero los agricultores dicen que no es suficiente.
Los expertos han advertido que el riego casi desaparecerá en algunos estados debido a la falta de lluvia ya que los bajos niveles de los embalses reducen el flujo de agua a los campos.
Los habitantes de Chihuahua dicen que necesitan más ayuda, incluido un fondo económico para imponer el estado de emergencia.