Para poder inferir el entorno en el que se desarrolla la presente
colaboración es indispensable hablar un poco de la Ley. porque en el
contorno de imponer, imputar, aplicar, cumplir, interpretar o, incluso,
pisotear, prostituir o eludir la Ley gira la mas honrosa y hermosa
profesión: la abogacía. La Ley, la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, el Código Penal Federal o, como mínimo, un somero
estudio y análisis de ellas, deberían ser materia de aprendizaje de
ciertos mal llamados ‘’Siervos de la Nación’’ de esta Cuarta
Transformación de la República, incluyendo en ellos a nuestro Poder
Ejecutivo Federal y al tal Fiscal General de la Federación.
La Abogacía Independiente de la República, la verdaderamente
comprometida con la justicia y con la ley entiende y sostiene que
nuestra Nación requiere de la aplicación de esta. De ahí que esos que
se consideran ‘’adalides de la patria’’ deben de tener presente que su
actuar debe de ser siempre encausado a la aplicación de la Ley. Con
ello esta Cuarta Transformación de la Repùblica evitaría la debacle y su
fracaso y consecuentemente con ello corregiría el rumbo evitando mas
yerros que solo conducen a la sana critica y al repudio internacional.
En nuestra añorada Facultad de Derecho de la Universidad Nacional
Autónoma de México, nuestros mas estimados y recordados
catedráticos nos iluminaron diciendo: ‘’La Ley se encuentra definida
por el Diccionario Jurídico como el precepto dictado por la suprema
autoridad en que se mandata o prohíbe algo en consonancia con la
Justicia y para el bien de la Nación’. Si se cumple con esta exigencia
nuestra Justicia; dejaría de ser injusticia, impudicia, inmundicia.
También es de recordarse que nuestros catedráticos nos enseñaron
que la Ley, obliga ‘’semper’’ con la fuerza coercitiva de que el bien de
la Nación dispone para hacerla cumplir Dura lex, sed lex.
Todos los egresados de nuestra adorada alma mater sabemos y
sostenemos que con ese aludido principio general del derecho, que
deviene del derecho romano, se concede a los gobernantes una
obligatio que jamás se debe convertir en capricho y que constriñe a
todas las personas a dar cabal cumplimiento a la preindicada
enseñanza.
Continuando con el tema la Abogacía Independiente de la República
recalca que aquella añejas enseñanzas son y resultan esenciales como
ya se ha dicho de manera reiterativa. México requiere y exige el
cumplimiento de sus leyes. Lo contrario es fatal. La Cuarta
Transformación de la República de Andrés Manuel López Obrador y
Alejando Gertz Manero no pueden argumentar que no conocen la ley,
aunque lo pretendan, ya que algunos de sus asesores bien
intencionados si conocen de su contenido, si este gobierno persiste en
obviar su aplicación tenderíamos a la anarquía y ello México no lo va a
permitir.
Terminemos preguntando ¿hasta cuando seguirá la complacencia de la
narco-política que empaña a la justicia?
Es cuanto.
Lic. Alberto Woolrich Ortiz
Presidente de la Academia de Derecho Penal
del Colegio de Abogados de México A. C.