EL TURISMO, PASAPORTE A LA PAZ No. 2

Arquidiócesis de toluca
Sacerdote daniel valdez garcía
Responsable de la pastoral del turismo

Dos años y medio de pandemia han dejado una estela de sufrimiento en la humanidad agravada con la guerra desatada por Rusia en Ucrania y los países involucrados, pero tampoco podemos cerrar los ojos a México ensangretado por el crímen organizado con cerca de 100 muertos por día, todo México es una “fosa clandestina”.

PASAPORTE A LA PAZ

De la misma manera que Mahatma Gandhi dijo: “No hay caminos para la paz; la paz es el camino”; así acontece con el turismo, por su vocación de movilidad es camino que conduce al encuentro entre personas, pueblos y culturas.

El turismo, como actividad humana, necesita de la paz y, al mismo tiempo, constituye un factor de ella. Sin humanismo no hay turismo, el rubro económico es importante, pero no es determinante. Hay comunidades que han sido mutiladas, agredidas y hasta transculturadas por los turistas como si se tratara de un diorama o en el peor de los casos de un zoo humano.

El turismo es intrínseco a la movilidad humana que cada día crece más como consecuencia de la evolución del turismo. Los trabajadores del turismo muchas veces están sujetos a la migración por diversas causas, entre otras la promoción laboral, viven en carne propia la acogida de los oriundos o el desafío de respetar sus modos de vida, usos y costumbres de las comunidades receptoras. El turismo, como desarrollo integral humanista, contribuyendo a la paz porque favorece la conciencia de la tolerancia y respeto mutuo entre las personas, las culturas, los pueblos y las naciones.