La NASA planea llevar humanos nuevamente a la Luna en 2025 con el programa Artemis. Pero esta vez la presencia será sostenida. Es decir, la agencia tendrá una futura base lunar que permitirá la colonización y exploración del satélite terrestre en las próximas décadas. Los detalles fueron publicados en Icarus.

Los RPS

Para lograrlo, el equipo a cargo de Artemis ha estado buscando en los últimos años un lugar que reúna ciertas características. La ubicación de la base debe tener fácil acceso a la energía solar, buena comunicación con la Tierra y estar cerca de las regiones permanentemente oscuras (RPS). Además, deben tener depósitos de hielo para fabricar oxígeno, agua y combustible.

Según Holly Brown, experta en LRO y profesora de la Universidad de Arizona, la Luna tiene 8 RPS disponibles con el mayor potencial de recursos. El cráter Faustini, cercano al polo sur del satélite, es el que presenta mayor evidencia de presencia de agua.

El equipo de investigación asegura haber identificado otros RPS con las condiciones de exploración adecuadas para mediciones volátiles in situ. No obstante, “se necesitan más datos orbitales y experiencia robótica y humana antes de que una misión de aterrizaje pueda llevarse a cabo”, señalaron.

El polo sur 

Por otro lado, la experta apuesta por el área entre los cráteres Shackleton y De Gerlache, también ubicados en el polo sur de la Luna. La región es ideal para una futura base lunar porque está muy bien iluminada. El borde del cráter Gerlache es el área más prometedora al momento de considerar un lugar de aterrizaje, indica Brown.

La región ya ha sido identificada como un posible lugar de aterrizaje para futuros vuelos tripulados y robóticos de la NASA. Entre ellos se encuentran Artemis 3 en 2025, la primera misión tripulada del gobierno de EE.UU. desde el Apolo 17 en 1972.

La cordillera Shackleton-De Gerlache es ideal para futuras misiones lunares por su fácil acceso a la energía solar y las comunicaciones con la Tierra. Asimismo, el sitio brinda acceso a dos RPS con buen potencial de exploración y pendientes que atraviesan desde terreno iluminado hasta depósitos de hielo.

Otras bases 

Si todo va según lo planeado, los científicos tendrán muchos datos sobre dónde establecer puestos avanzados de investigación lunar. Incluyendo una gran base planificada por China en asociación con Rusia.

En los próximos años, el gobierno chino planea realizar una serie de misiones lunares, entre ellas la posible construcción de una ILRS (International Lunar Research Station). Esta base estaría construida también en el polo sur del satélite en la década de 2030.

Por eso, el profesor Ian Crawford del College London advierte que la competencia entre EE.UU. y China puede extenderse al espacio. «Debe evitarse una nueva carrera espacial si es posible”, dice Crawford a Space.com. “… aunque las perspectivas de cooperación entre las principales naciones espaciales no parecen muy prometedoras en este momento», admite.

Las oportunidades de cooperación, que nunca fueron fuertes, claramente se han visto muy perjudicadas recientemente. Como se recuerda, la invasión rusa a Ucrania tuvo efectos perjudiciales en la ciencia y en especial para el sector espacial.