En un giro inesperado de los acontecimientos, James Cameron ha confirmado que dejaría la saga de Avatar y no dirigiría las próximas secuelas.
James Cameron siempre ha sido un cineasta con una gran visión. Un director que ve e imagina posibilidades que el resto de nosotros solo podemos imaginar. Después de revolucionar el cine con Avatar, tomando una idea original conceptualmente perfecta y convirtiéndola en la película más taquillera de todos los tiempos junto a Vengadores: Endgame, su siguiente visión fue crear una nueva saga épica de cuatro películas ambientada en el mismo universo. La idea era contar una gran historia contextualizada en el resplandeciente planeta de Pandora.
La primera de esas secuelas, Avatar: El sentido del agua, llegará a los cines el próximo mes de diciembre. La tercera película, todavía sin título, hará lo propio dentro de dos años, en 2024. El rodaje de la tercera entrega de la franquicia se ha realizado de manera conjunta, así que está ya verdaderamente filmado. Por otro lado, se espera que tanto la cuarta como la quinta película, cuando entren en producción próximamente, también se filmen de la misma manera. Es decir, de forma simultánea. Sin embargo, lo sorprendente es que, aunque todo esto era el sueño de James Cameron, el cineasta no formará parte del futuro de la saga.
El director quiere tener «espacio» para otras películas
En una conversación exclusiva concedida a Empire Magazine, el legendario cineasta habló sobre sus planes para las próximas entregas de la franquicia. Incluyó la posibilidad de designar a alguien distinto para llevar la saga a su conclusión definitiva. «Las películas de Avatar en sí mismas lo consumen todo», admitió James Cameron. «También estoy desarrollando otras cosas igual de emocionantes. Creo que, con el tiempo, no sé si después de la tercera o la cuarta, querré pasar el relevo a un director en quien confíe para que se haga cargo. Así podré hacer otras cosas que también estoy interesado en hacer».
Previamente, James Cameron planificó la producción de Alita: Ángel de combate (2019), dirigida por su amigo Robert Rodríguez. De hecho, estaba previsto que fuera el propio director de Avatar quien se encargara de la codirección de Alita: Ángel de combate. Sin embargo, como la franquicia de Pandora se le comía todo el tiempo y el espacio, al final se limitó a permanecer en el proyecto como coguionista y productor ejecutivo. Este es el motivo por el que quiere abandonar la franquicia, para poder tener espacio para otros filmes.