Los próximos 29 y 30 de junio, Madrid será la sede de la Cumbre de la OTAN. Acogerá el encuentro por segunda vez, después de 25 años, y en un contexto internacional marcado por el conflicto en Ucrania.
Con la presencia de las delegaciones de una cuarentena de países, la cumbre reunirá a más de 5.000 personas, entre ellas los jefes de Estado y de Gobierno de los países miembros. Por ello, la capital española permanecerá blindada para garantizar la seguridad de este evento.
Aunque las reuniones en el seno de la organización se producirán entre el miércoles y el jueves, está previsto que los mandatarios lleguen a Madrid a comienzos de la semana. De hecho, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, tiene previstos para el martes encuentros bilaterales con los presidentes de Australia y E.U, entre otros.
10.000 agentes de Policía velarán porque la semana transcurra sin incidentes, mientras que las autoridades han lanzado una serie de recomendaciones a la ciudadanía.
En este sentido, el alcalde de Madrid, el conservador José Luis Martínez-Almeida, ha pedido “paciencia” a los ciudadanos, porque “va a ser muy difícil moverse por la ciudad esos días”, por lo que ha anunciado que los autobuses urbanos serán gratuitos mientras dure la cumbre.
Asimismo, ha solicitado a las empresas “que se facilite el teletrabajo”, como se ha hecho en el Consistorio, y ha anunciado la implementación de un dispositivo de “más de 2.000 personas del personal municipal”, entre los que se incluyen Policía, emergencias sanitarias y bomberos. “Van a ser días difíciles para todos los que vivimos aquí”, ha dicho el regidor, asegurando que se trata de “un reto que va a mejorar nuestra imagen de ciudad”, según sus palabras.
Ciudad blindada
El principal cambio que experimentará la ciudad tendrá que ver con el dispositivo de seguridad que se implementará para asegurar que no se produzca ningún incidente durante esta semana. En total, alrededor de 10.000 policías serán desplegados por las calles de Madrid y contarán con la ayuda del Ejército para controlar el espacio aéreo.
Así, se llevarán a cabo dos planes paralelos simultáneamente, uno diseñado por el Ministerio de Interior, responsable de la Policía y la Guardia Civil, y otro por el Ministerio de Defensa, a cargo del Ejército.
Desde el primer departamento gubernamental se ha elaborado el dispositivo denominado ‘Eirene’, que abarcará 6.550 policías nacionales y 2.400 guardias civiles. De ellos, 2.300 efectivos pertenecen a las Unidades de Intervención Policial (UIP), los conocidos como antidisturbios, llegados desde diferentes puntos del país.
Movilidad limitada
Como ha reconocido el alcalde de la capital, los hábitos de los madrileños se verán seriamente afectados, sobre todo en el centro de la capital.
Se crearán perímetros de seguridad alrededor de los hoteles y los edificios que sean visitados por las delegaciones. En estos espacios, los ciudadanos deberán retirar sus vehículos aparcados. Especialmente vigilados se encontrarán los hoteles Rosewood Villamagna, Palace, Ritz, Wellington, Único y Four Seasons, en el centro de la ciudad.
Además, se encontrarán afectados los accesos al recinto ferial de Madrid, Ifema, y numerosas calles y carreteras se verán asimismo perjudicadas por los desplazamientos de los representantes políticos, sufriendo constantes cortes durante el martes, miércoles y jueves.
También habrá cortes en el transporte público, en concreto la parada de metro de Feria de Madrid permanecerá cerrada al público durante esos tres días.
Una Cumbre crucial
Esta cumbre reunirá a las delegaciones de 40 países. El secretario general de la institución, Jens Stoltenberg, ha calificado el encuentro de “crucial” y “transformador”, al coincidir con el desarrollo del conflicto en suelo ucraniano.
La agenda de Pedro Sánchez comenzará el martes, con reuniones bilaterales con el primer ministro de Australia, Anthony Albanese, y con la primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern. A mediodía compartirá almuerzo con Stoltenberg, más tarde se reunirá con el presidente de EE.UU., Joe Biden, y posteriormente con la primera ministra de Islandia, Katrín Jakobsdóttir. Por la noche se celebrará una cena de gala en el Palacio Real a la que asistirán todas las delegaciones.
Ya el miércoles, la primera sesión de la Cumbre tratará sobre el conflicto en Ucrania y contará con la participación del presidente Vladímir Zelenski a través de videoconferencia. Por la tarde llegará el turno del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y de Suecia y Finlandia, los dos países que intentarán dar pasos para su adhesión a la OTAN.
La última jornada del encuentro, el jueves 30, se dedicará a analizar la frontera sur de la OTAN y las “amenazas a la seguridad” que se plantean por ese flanco.
Paralelamente, durante los dos días se producirán diversas reuniones entre los mandatarios de los diversos países, así como varias recepciones en torno a la Casa Real, donde los reyes de España recibirán a los invitados.