Con una triunfal reaparición la princesa Charlene de Mónaco, tras años fuera de la vista pública asistió a la apertura del 61° Festival de Televisión de Mónaco junto a su esposo e hijo.
Charlene acudió al evento luciendo un fabuloso vestido verde esmeralda de corte heleno, tratándose de un diseño fresco y perfecto para la temporada de verano, perteneciente a la marca de cabecera de la realeza “Lanvin” y con un costo de 3.000, atuendo que acompaño a juego con brazaletes de oro y diamantes, sin duda lucia un look impresionante, luciendo con un maquillaje muy natural el cual resalto su mirada y el cual le dio un aspecto melancólico el cual lucia mas con ligeras sonrisas.
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Precisamente este maquillaje ha remarcado aún más el gesto melancólico que ha mantenido durante toda la gala con tan solo leves sonrisas, algo que contrastaba ampliamente con el gesto sereno y tranquilo de su marido que aprovechaba el evento para saludar a todo el mundo. Sin embargo, Charlene, que se convertía en el foco de todos los periodistas, se mantuvo en un segundo plano limitándose a contestar a quienes se dirigían a ella. Esta actitud ha hecho disparar todas las alarmas sobre la salud del matrimonio tras tantos meses separados.