• La presidenta de la Codhem participó en la Primera Sesión del Parlamento Abierto de Mujeres efectuado en el Palacio Legislativo y señaló la necesidad de establecer el derecho al cuidado en la constitución.
Toluca, Estado de México, 14 de junio de 2022.- En México, el trabajo doméstico y el de cuidados tiene cara de mujer, porque muchas no pueden elegir entre quedarse en el hogar o salir a trabajar, y aunque quisieran encontrar un empleo para aumentar sus ingresos se deben dedicar a cuidados familiares al no tener acceso a servicios de cuidado por falta de recursos, de programas públicos accesibles y de una adecuada regulación que permita mejorar su condición de vida, precisó la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem) Myrna Araceli García Morón.
Lo anterior, en la Primera Sesión del Parlamento Abierto de Mujeres con el tema “Sistema de Cuidados”, organizado por las diputadas de la LXI legislatura mexiquense María Isabel Sánchez Holguín y Paola Jiménez Hernández, como un espacio para escuchar y generar una agenda legislativa que permita mejorar la vida de las mexiquenses, en la que se habló de la necesidad de reconocer los cuidados como un derecho y establecerlo en el marco jurídico local, e implementar la perspectiva de cuidados en la elaboración de planes, programas y presupuestos públicos para garantizar el cuidado digno.
Ante diputadas, defensoras y colectivas, García Morón refirió la necesidad de abordar el tema para saber qué hacer sobre las relaciones, las instituciones y las políticas públicas que ayuden a reducir, reconocer y redistribuir el impacto de sobrecargas de tareas de cuidado, que limitan la participación de las mujeres en el mundo laboral, educativo, social y político, al disminuir la posibilidad de mejorar su condición socioeconómica y restringir el goce de otros derechos, como el de la protección a la salud, a decidir sobre su propio cuerpo y su sexualidad, al libre desarrollo de la personalidad y su tiempo libre.
Mencionó que la sobrecarga de tareas del hogar y de cuidados limita la movilidad social de millones de mujeres, situación que se manifestó de manera más clara en la contingencia sanitaria, pues cifras del INEGI de 2021 indican que en México el trabajo doméstico no remunerado equivale al 27.6% del PIB nacional, sostienen el 75% del cuidado no remunerado.
Además, las mujeres dedican 43 horas semanales en promedio a tareas del hogar y cuidado no remunerado, es decir, 2.3 veces más que los hombres; solo el 0.9% están afiliadas a programas pilotos de alguna institución de seguridad social como el IMSS y el salario mensual promedio de las trabajadoras del hogar es de 3,285 pesos.
En el Salón Benito Juárez del Palacio Legislativo, la presidenta de la Casa de la Dignidad y de las Libertades expuso que, para el Banco Interamericano de Desarrollo, en países de América Latina y el Caribe crece la necesidad de cuidar a personas en situación de dependencia y se espera que se mantenga la tendencia e incluso se incremente en la próxima década por el mayor porcentaje de personas mayores.
Hay otras cifras que ponen en alerta, dijo, como las de UNICEF que señalan que una de cada cuatro niñas adolescentes que viven en zonas rurales y en situación de pobreza no accede a la escuela y trabaja en tareas domésticas y de cuidado, problemática que no solo se tiene en las zonas rurales.
Por una parte, se tiene el derecho a ser cuidado como un derecho constitucional y por otra, el derecho a decidir si podemos o debemos cuidar o no; en dicho sentido, la presidenta de la Codhem precisó que derivado de la imperiosa necesidad de que el derecho al cuidado sea una realidad constitucional a nivel nacional y local, es importante continuar con la interacción entre la ciudadanía y los poderes legislativos que fomentan la apertura parlamentaria.