Ubicado en el número seis de la calle Estación en Otumba, en el municipio de Otumba del Estado de México, “Burrolandia” nació en 2006, a partir del rescate y adopción de un par de asnos que eran maltratados y fueron abandonados por sus propietarios en la localidad. Y está considerado como el primer santuario para burros en América, cuyo propósito es proteger, cuidar y, principalmente, preservar la especie.
Actualmente, detalla Raúl Flores Alfaro, administrador y uno de los fundadores del centro, en el albergue habitan 87 animales, 77 burros y 10 caballos. Durante la pandemia nacieron ocho burritos, cuatro en 2021 y otros cuatro en lo que va de 2022.
Ubicado en el número seis de la calle Estación en Otumba, en el municipio de Otumba del Estado de México, “Burrolandia” nació en 2006, a partir del rescate y adopción de un par de asnos que eran maltratados y fueron abandonados por sus propietarios en la localidad. Y está considerado como el primer santuario para burros en América, cuyo propósito es proteger, cuidar y, principalmente, preservar la especie.
Actualmente, detalla Raúl Flores Alfaro, administrador y uno de los fundadores del centro, en el albergue habitan 87 animales, 77 burros y 10 caballos. Durante la pandemia nacieron ocho burritos, cuatro en 2021 y otros cuatro en lo que va de 2022.
No se establece un monto o cantidad, las personas deciden por propia voluntad cómo quieren apoyarlos. Burrolandia les envía fotos, videos e incluso con algunos padrinos se han hecho videollamadas donde se les invita a convivir presencialmente con sus ahijados. Son 37 los burritos que ya fueron apadrinados, comentó.
En diversas ocasiones, los responsables de Burrolandia se han tratado de acercar a las autoridades, municipales y estatales para que apoyen al santuario, sin embargo, no han tenido una respuesta favorable.
“Esa situación nos limita demasiado, porque el recibir a más animalitos incrementa el porcentaje de consumo de alimentos, tratamientos médicos y el proceso de desparasitación, entre otros. Si tuviéramos apoyo como la donación de alimento y la difusión del santuario para recibir a más gente, nos ayudaría en gran parte y podríamos recibir a más burritos”, asegura Flores Castro.
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El santuario
El administrador indica que el santuario es un proyecto de turismo de preservación que se dedica enteramente al cuidado y protección del burrito mexicano.
Y ejemplifica la labor que hacen recordando que actualmente tienen una petición para acudir a Jalisco, para rescatar y adoptar a 15 burros. El propietario se dedicó por mucho tiempo a la ordeña de la leche de burra, falleció y los animales han quedado desamparados, sin embargo, el costo de operación y traslado al santuario oscila entre los 30 y 35 mil pesos.
Así como esta petición de rescate, tenemos 50 más de otros burritos que están sufriendo maltrato en municipios del Estado de México, de Hidalgo y de otros lugares donde son abandonados, maltratados o los siguen utilizando como carretoneros.
“Recientemente hicimos el rescate de dos caballos poni precisamente en Jalisco, que eran utilizados para trabajar en el carrusel de una feria”, relata.
