El Estado de México participa con el 35.2% de la superficie sembrada y el 37.3% de la producción del nopal tunero a nivel nacional, destacando la producción de tunas blancas, rojas y xoconostle. Este cultivo se desarrolla de manera histórica en el Estado de México, principalmente en 7 municipios del valle de Teotihuacán, destacando San Martín de las Pirámides, Axapusco, Otumba, Nopaltepec, Teotihuacán y Temascalapa que se cosechan durante los meses de julio a octubre de cada ciclo de producción.
En esta región se cultivan alrededor de 15.9 miles de hectáreas las cuales para la cosecha del año agrícola 2020 alcanzaron una producción de cerca de 175.6 miles de toneladas de este fruto que se comercializa principalmente para consumo en fresco, sin embargo también se ha desarrollado el valor agregado para la producción de mermeladas, conservas, licores, miel entre otros; generando una derrama económica importante para los productores locales.
El nopal es una planta con una gran diversidad de propiedades, químicas, industriales, ecológicas, medicinales y nutritivas, aporta un alto contenido de zinc, fósforo, calcio y fibra; además de vitaminas A, B, C y K, clorofila y proteínas.