Tras varios estudios se ha llegado a la conclusión que, pese a que las vacunas ARNm de refuerzo han logrado evitar la hospitalización y la muerte, su efectividad contra las infecciones está a la baja.
Por lo tanto, se espera que Moderna podría solicitar de manera urgente a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA, por su sigla en inglés) una autorización para una segunda vacuna de refuerzo para todos los adultos. Esta petición se produjo después de que Pfizer y BioNTech pidieran esta autorización de emergencia.
Sin embargo, Moderna señaló que su petición ofrecería a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, así como a los proveedores de atención médica, mayor flexibilidad para determinar quién se beneficiaría más de recibir una dosis de refuerzo adicional y cuándo.
En este contexto, científicos y médicos están muy divididos al respecto. “No creo que todo el mundo deba recibir otra dosis de refuerzo ahora mismo”, dijo Yvonne Maldonado, médica especialista en enfermedades infecciosas pediátricas de la Universidad de Stanford. “Pero no veo ninguna razón por la que no debamos empezar a revisar los datos disponibles”.
¿Quiénes son candidatos a la cuarta dosis?
Actualmente la indicación es que las personas autorizadas para recibir la cuarta dosis son las que tienen el sistema inmunitario debilitado. En este grupo se incluye a los adolescentes y adultos que han recibido trasplantes de órganos o de células madre, así como quienes están en tratamientos de quimioterapia por cáncer, que tienen un VIH avanzado o no tratado o que están tomando medicamentos inmunosupresores.
Cabe mencionar aun no es certero cuando la FDA podría autorizar un segundo refuerzo (o una cuarta dosis) para todos los adultos. Se espera que la agencia convoque un comité consultivo el próximo mes para debatir la cuestión. Y aunque los expertos dicen que es razonable que el comité se mueva rápidamente en la solicitud de Pfizer para los adultos mayores, no está claro si la solicitud más amplia de Moderna tendrá luz verde.
“Sabemos que las personas mayores de 65 años, incluso cuando están vacunadas, tienen un mayor riesgo de morir que las personas menores de 65 años”, dijo Carlos del Río, especialista en enfermedades infecciosas de la Universidad Emory. “Eso se reduce significativamente si la gente toma un refuerzo”.
Una de las razones por las que los adultos mayores pueden beneficiarse de una vacuna de refuerzo adicional es que, a medida que el sistema inmunitario envejece, tiende a debilitarse y no produce la misma cantidad o calidad de anticuerpos que cuando era más joven. Además, los adultos mayores suelen tener otras afecciones médicas que ocupan la atención del organismo, lo que los expone a un mayor riesgo de padecer enfermedades graves, según Christian Gaebler, investigador de inmunología de la Universidad Rockefeller de Nueva York. “La diabetes, la hipertensión, la obesidad y la enfermedad renal crónica son factores de riesgo de covid grave”, dijo. “Y sabemos que suelen manifestarse en edades avanzadas”.
En su justificación para conseguir segundas dosis de refuerzo para las personas de 65 años o más, Pfizer y BioNTech se basaron en gran medida en las pruebas de dos estudios realizados en Israel que sugerían que las personas que habían recibido cuartas vacunas eran menos propensas a infectarse con el virus en comparación con las que habían recibido tres dosis.
Uno de los estudios fue publicado en un servidor de preimpresión en febrero, los científicos revisaron los registros sanitarios de alrededor de 1,1 millones de personas mayores de 60 años que habían recibido una cuarta dosis y los compararon con los que habían recibido sólo tres dosis. Descubrieron que la tasa de infecciones confirmadas, así como la de enfermedades graves, era menor en las personas que habían recibido la cuarta dosis.
El segundo estudio, se publicó en The New England Journal of Medicine, el cual examinó a trabajadores de la salud israelíes de todas las edades y descubrió que tanto la cuarta dosis de Pfizer como la de Moderna reforzaban los niveles de anticuerpos, aunque no eran muy buenas para prevenir la infección.
Aunque, expertos advirtieron que los datos disponibles son todavía preliminares y no han demostrado cuánto duran los beneficios de una cuarta dosis.
Al autorizar las vacunas para adultos mayores, ¿Cómo deben programar la aplicación?
En este contexto los especialistas son cautelosos de no dar consejos específicos sobre cuándo recibir una cuarta dosis cuando los datos de seguridad y eficacia son todavía limitados.
Es decir, si se presenta una nueva oleada de contagios en fechas próximas, las personas adultas podrían beneficiarse de recibir una dosis adicional en cuanto se autorice. Pero si la oleada no se produce hasta el verano o incluso el otoño, recibir una dosis de refuerzo ahora podría ser contraproducente porque la inmunidad de los receptores podría empezar a disminuir en el momento en que más necesitan la protección. Las vacunas actuales se basan en la cepa original del coronavirus, por lo que recibir una dosis de refuerzo ahora también puede hacer poco para proteger contra futuras variantes.
“Sería estupendo que supiéramos exactamente cuándo va a ser la próxima oleada para poder vacunar a la gente de antemano”, dijo Amy Sherman, médica especialista en enfermedades infecciosas del Brigham and Women’s Hospital de Boston. “Pero creo que no estamos en el punto en el que conocemos una estacionalidad clara o conocemos el ritmo y la dinámica exacta de la covid y sus nuevas variantes”.
Es así que de autorizarse una cuarta vacuna para los adultos de más de 65 años, y ya han pasado varios meses desde que recibieron su primer refuerzo, “yo empezaría a pensar si necesito un refuerzo ahora”, dijo Del Río.
Con información de The New York Times