Cada 13 abril, este miércoles se celebra de manera mundial el Día Internacional del Beso, el cual se instituyó hace pocos años.
La fecha de esta celebración tiene su origen en el beso de más larga duración que se ha registrado en la historia, ocurrido en Tailandia en 2013.
El beso, cuyos protagonistas fueron la pareja tailandesa, Ekkachai y Laksana Tiranarat, tuvo una duración de 58 horas, 35 minutos y 58 segundos.
Hasta el momento este es el beso más largo de la historia.
Los primeros en establecer un récord duraron 46 horas, 24 minutos y 9 segundos, aunque un año más tarde fueron superados por una pareja gay que duró 50 horas, 25 minutos y un segundo.
En algunas partes del mundo, el 13 de abril se organizan concursos en los que se premia al beso más largo.
No hay indicios exactos de en qué momento de la historia surgió el beso como forma de demostrar afecto.
Una de las teorías al respecto es que todo comenzó con la lactancia, pues el vínculo entre el bebé y la madre podría haber desencadenado el acto de besar.
La evidencia más antigua de la existencia del beso proviene de la India, donde se han encontrado piedras talladas con figuras realizando esta práctica.
Besar o ser besado trae muchos beneficios a la salud, pues cuando las personas realizan esta práctica, se libera oxitocina.
Dicha hormona actúa sobre los sistemas del cerebro relacionados con el refuerzo positivo, lo que genera complicidad, afecto y confianza entre las personas.