Sigue creciendo, pero…

Sigue creciendo el ausentismo médico en el Instituto Mexicano del Seguro Social en Coahuila, agravándose a la no mala, sino pésima atención que cada vez reciben sus derechohabientes, con los reducidos especialistas y médicos familiares, motivo por el cual se satura las citas y son largas horas de espera porque la demanda rebasa su capacidad. Una historia que siempre se ha repetido en cada sexenio federal, aunque en esta fuerza del caudillismo y mesianismo del presidente López Obrador, las instituciones de salud pública pasan por su peor crisis de todos los siglos en el país.

En Coahuila, el crecimiento del Seguro Social ha sido económico y cumple más como una oficina recaudadora que como institución de atención médica para los trabajadores y sus familias, que son quienes a final de cuentas pagan las consecuencias.

Existe un reclamo generalizado de los derechohabientes del IMSS en Coahuila, así como en el resto del país, en el sentido de que el incremento de la membresía de este, no va emparejando con el crecimiento que debe y tiene que tener el Seguro Social en sus múltiples servicios, particularmente en el de consulta médica general, en especialidades y en infinidad de servicios que son subrogados.

Cada delegado estatal del Seguro Social, incluyendo el de Coahuila, tienen conocimiento de estas deficiencias y de la urgencia del crecimiento de la institución médica y no solamente la función de la recaudación de impuestos, que es más el dinero que entra que la inversión para mantenerse funcionando solo para pagar nóminas y gastos directos, porque la carencia de los medicamentos para surtir medicina a sus derechohabientes habla por sí solo; así que el pensar una expansión de esta institución de salud es impensable.

La centralización de la institución es el constante dolor de cabeza no solamente para sus delegados, sino los ciudadanos mejor conocidos como en un plebiscito de monarquía, es decir, el pueblo; son quienes pagan los platos rotos porque con carencias no se resuelve la salud de la ciudadanía. Ni teniendo la mejor intención del personal del IMSS, podrá cumplir esta institución pública de salud, un servicio básico de salud para los derechohabientes, dejando a un lado la fantasía de una verdadera atención de salud a los afiliados, que son quienes tienen el derecho por ley.

Tan solo para poner en perspectiva el grado de la crisis del IMSS, en Coahuila, en distintas regiones como la del Norte, las carencias de las diferentes unidades llega al grado de que ni siquiera cuentan con ambulancias y se tiene que recurrir a donaciones de políticos en tiempos de campaña lo que no solo es lamentable, sino vergonzoso, pues este tipo de pedir regalos debe dejarse a instituciones de beneficencia que no cuentan con mayores ingresos más que los procedentes de coahuilenses altruistas.

Estas carencias son más vistas cercanas a zonas ejidales como en Francisco I Madero, y otros similares que requieren la ayuda de transporte médico de la participación de la Cruz Roja Mexicana.

Lo anterior es solo un pequeño botón de muestra, de lo que carecen otras subdelegaciones, independientemente de la urgencia de varias de ellas de ampliarse.

Para evitar que sigan creciendo las carencias del Seguro Social de Coahuila, es importante que los empresarios y trabajadores exijan y hagan cumplir al Instituto Mexicano del Seguro Social, su verdadero compromiso con los trabajadores y sus familias afiliadas a lo que en un principio fue un buen servicio y que su crecimiento lo degeneró en una oficina recaudadora de dinero, más que en una institución médica.

Ahora más que nunca o ¿por qué creen ustedes la doble moral del AMLO, sobre el incremento del salario mínimo? Porque al mismo tiempo también se incrementan la tasa de recaudación patronal y trabajador para el pago de impuesto para el IMSS. Nada en la vida es gratis. (Premio Estatal de Periodismo 2011 y 2013, Presea Trayectoria Antonio Estrada Salazar 2018, finalista en Excelencia Periodística 2018 representando a México) www.intersip.org