Conoce la historia, la expresión ¡Ya chupó faros! y algunas curiosidades de la marca de cigarros Faros. Su origen se remonta al año 1918 con la fundación de la Cigarrera del Centro – también conocida como Tabacalera Nacional en Irapuato, Guanajuato – la cual era dirigida y creada por Emetrio Padilla; no obstante; la fábrica producía diversas marcas de cigarros: Monarcas, Casinos, Carmencitas y Argentinos. No obstante; hay algunos registros que mencionan su origen en 1910, a inicios de la Revolución mexicana.
Se dice que en un inicio el tabaco era envuelto y fumado en hojas secas de maíz; sin embargo, la popularidad de los Faros se debió a su bajo precio, hecho que los convirtió en los cigarros predilectos de las clases humildes del país. México abrió sus puertas a la llegada de múltiples empresas transnacionales, durante el gobierno de Álvaro Obregón (1920-1924) – una de ellas fue la British American Tobacco Company, compañía de orígenes ingleses y norteamericanos.
¡Ya chupó faros! Una expresión muy mexicana
Imposible olvidar esta frase coloquial mexicana pues, tiene su origen justamente en los famosos cigarros. En la época de la revolución a los condenados a muerte se les otorgaba fumar un último cigarro antes de ser fusilados. Al estar amarrados de las manos los condenados sólo podían “chupar” el cigarrillo hasta que este se consumiera en su totalidad. Por esta razón en nuestro país, dicha frase es sinónimo de muerte, ¡ya chupó Faros! es decir, ya murió.
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Una curiosidad que los hace auténticos
Un dato curioso aparece en su portada, si se observa bien al fondo de la imagen se puede ver un barco con banderitas ondeando hacia la izquierda, sin embargo, también es posible distinguir que el humo de la chimenea avanza hacia el lado contrario. Este detalle fue descubierto y corregido en los años 50; sin embargo, el nuevo orden en la imagen no gustó a los consumidores, ya que se negaban a comprar el producto porque pensaban que era falso, los tenderos inmediatamente devolvieron los paquetes de cigarros a la compañía que al ver el fracaso regresaron a la imagen original.
El artista detrás de la imagen
Pedro Cruz Castillo fue el encargado de crear el diseño de la cajetilla que se ha mantenido hasta nuestros días. Originario de Santa Ana Maya, Michoacán, pero fue adoptado por los habitantes de Acámbaro, Guanajuato. Es autor de un rico legado artístico con 250 murales religiosos en México y Estados Unidos.
Cruz dedicó 60 años de su vida a la pintura de pasajes bíblicos, algunas de sus obras se encuentran en templos de la Ciudad de México, así como en Sinaloa, Coahuila, Guanajuato, Puebla, Chihuahua, Michoacán y Estados Unidos. Uno de sus trabajos artísticos más importantes está en el Santuario de Guadalupe en León, Guanajuato, ahí se aprecian cuatro murales del artista.
