María Félix nació en los Álmos, Sonora, era hija de Bernardo Félix, descendiente de indios yaqui y de Josefina Güereña, de ascendencia española.
La Doña, murió el mismo día que nació: el 8 de abril.
Ella nació en 1912 y murió en el 2002 y hoy sigue siendo una de las mujeres más importantes en la historia del cine mexicano y de todos los tiempos.
Tuvo once hermanos y desde muy pequeña dejo el rancho para buscar una mejor oportunidad de desarrollo, de empleo, de vida en la Ciudad de México.
Hermosa como muy pocas mujeres, pronto conoció a un vendedor de cosméticos con quien se casó y tuvo un hijo, Enrique Álvarez Felix.
Debido a su extraordinaria belleza fue contratada inicialmente por un cirujano plástico, sin embargo, su destino estaba en el cine.
Actuó para mas de cincuenta películas en la Época de Oro del cine nacional, en la pantalla grande interpretó los perfiles de todo tipo de mujeres. Fue heroína, soldadera, revolucionaria, pero también actuó el papel de mujer fatal. Fue la eterna romántica, pero también la dominadora.
¿Por qué llamaban ”La Doña a María Félix?
Le empezaron a llamar “La Doña” por haber interpretado el papel principal de la novela “Doña Bárbara” de Rómulo Gallegos. Pero fue muchas mujeres a través de distintos papeles, y fue siempre una mujer de carácter por su actitud ante la vida.
Por sus interpretaciones fue la generala, la valentina, la bandida, la escondida y la pasión desnuda; la diosa arrodillada y una mujer cualquiera, la mujer de todos; la mujer sin alma y la devoradora; enamorada, Doña Diabla y Flor de Mayo.
María Félix nos dio la belleza de su imagen, el valor de su carácter indomable, su orgullo y fortaleza con el que desafió a una sociedad que ha discriminado desde siempre a la mujer.
”María Félix nació dos veces: sus padres la engendraron y ella, después, se inventó a sí misma”. Es una frase del Premio Nobel mexicano Octavio Paz que define la esencia de la que probablemente sea la actriz más importante de la historia del cine mexicano.
El carácter indomable de María Félix, su altivez y su mirada retadora la encumbraron como una gran diva del cine mexicano. Quienes la conocieron defendieron siempre, sin embargo, su amabilidad y dulzura, y culparon su fama a los papeles que en realidad interpretaba en el cine. Lo que nadie puede negar es que la actriz desafió de manera continua las normas establecidas y evitó siempre ser encasillada en un cine que bordeaba de forma continua los estereotipos de la época.
Fue una mujer avanzada a su tiempo y que tuvo un comentario acertado cuando se le preguntaba de política. Es recordada también por su oposición al machismo, sus opiniones sobre el mundo del espectáculo, la moda, su rivalidad con Dolores del Río, sus joyas y sus hombres… porque en el fondo, María Félix continúa siendo noticia en todo el mundo.