El 5 de abril se celebra el Día Internacional de la Conciencia, una fecha promulgada por la ONU en 2019, y consiste en promover una conciencia global, más allá de acuerdos políticos o económicos.
Lo anterior, con el objetivo de crear condiciones de estabilidad, bienestar y relaciones basadas en el respeto de los derechos humanos y las libertades fundamentales para todos, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o religión.
Se trata de proteger a las generaciones futuras de las guerras, de que el ser humano actúe con valores de justicia, democracia, solidaridad y derechos humanos.
De que todas y cada una de las personas, pero también las sociedades y los gobernantes, actúen guiados por valores de paz y amor. Una conciencia colectiva que se debe fraguar en todos y cada uno de nosotros.
El humanismo afirma que la conciencia social se manifiesta mediante la ideología política, la religión, el arte, la filosofía, la ciencia y hasta la estructura jurídica de una sociedad. Según esta corriente de pensamiento, el sujeto que no logra comprender esto se encuentra alienado.
¿Qué es la Conciencia?
La palabra conciencia proviene del latín y significa “con conocimiento”. Se trata del acto psíquico que permite a una persona percibirse a sí misma en el mundo. La conciencia es el conocimiento reflexivo de las cosas.
Hasta principios del siglo XX. Se le asignaba un sentido estrictamente individual, a través del cual un sujeto puede interactuar con los estímulos externos que forman la realidad convencional e interpretarlos.
La Agencia de la ONU para los Refugiados, ACNUR, la define como “la capacidad que tenemos los seres humanos para percibir, reconocer y comprender los problemas y las necesidades que tienen las personas de nuestra comunidad, entidad, grupo social o tribu.” Agrega que esta capacidad “implica analizar, reflexionar y tomar postura frente a los problemas conjuntos, teniendo en cuenta que lo que afecta a cualquier miembro de la estructura social tiene un impacto directo en los demás, tanto si es negativo como positivo.”
La conciencia social, desde una mirada amplia, se puede considerar como el conocimiento que una persona tiene sobre el estado de los demás integrantes de su comunidad. El individuo con conciencia social es, justamente, consciente de cómo el entorno puede favorecer o perjudicar el desarrollo de las personas.