Por Gustavo Cano
Este 10 de abril el electorado mexicano tendrá la oportunidad de acudir a las urnas y responder a la pregunta: ¿Estás de acuerdo en que a Andrés Manuel López Obrador, Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, se le revoque el mandato por pérdida de la confianza o siga en la Presidencia de la República hasta que termine su periodo? Y entonces uno tendrá dos opciones para cruzar con el plumón cruzador: “Que se le revoque el mandato por pérdida de confianza” o “Que siga en la Presidencia de la República”.
Aquí lo interesante es que este ejercicio más o menos democrático es histórico. Es la primera vez en la historia de nuestro país que más o menos a mitad del sexenio se le pregunta al pueblo más o menos bueno si quiere que su presidente siga en el poder. De hecho, este ejercicio ha quedado plasmado en el Artículo 35, fracción IX de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y ha sido reglamentado en la Ley Federal de Revocación de Mandato Federal… así que de que se tiene que hacer, se hace.
En caso de que al presidente de la República se le revoque el mandato, el presidente del Congreso asumirá el cargo no más allá de 30 días, mientras el Congreso nombra a quien concluirá la presidencia en septiembre 2024. Actualmente el presidente del Congreso es el morenista Sergio Gutiérrez Luna. Vale la pena aclarar, para futuras consultas de revocación, que ni el presidente, ni el INE, pueden convocar a la revocación del mandato. Sólo el pueblo bueno, mediante por lo menos el 3% de la lista nominal de electores, podrá solicitar que se lleve a cabo el procedimiento de la consulta. También el Artículo 35 constitucional obliga a los congresos estatales a garantizar el derecho ciudadano a la revocación de mandato de gobernador@s. En este caso el pueblo bueno fue liderado por MORENA para solicitar que se llevase a cabo la consulta de revocación de mandato.
Y hasta aquí todo bien. Lo que sigue es la ley de la selva.
Empecemos con las benditas fake news. Las redes sociales han inundado la mente del mexicano promedio con cantidades industriales de tonterías. Yo que más quisiera que puro idiota fuese víctima de las noticias falsas y teorías de la conspiración locochonas, pero no, poco a poco el sol de la verdad electoral sobre la consulta ciudadana ha sido eclipsado por completo ante una avalancha de mentiras o verdades a medias por parte de los que están a favor o en contra de la revocación de mandato. Tampoco hay que sorprenderse, no nada más el pueblo bueno es víctima de la ignorancia política contemporánea, sino también los hay que lo son o se hacen: la mayor parte de los miembros del gabinete presidencial, gobernador@s, presidentes municipales y miembros del legislativo, tanto a nivel nacional como estatal…
Como buen neoliberal, invito al amable lector a que pasemos a los números, matemática sencillita, nada del otro mundo, hasta eso. Aquí nada más hay un universo de resultados limitado por dos ejes y cuatro opciones. Los ejes son: 1. Consulta válida o consulta no válida. 2. Se le revoca el mandato o no se le revoca el mandato al presidente. La consulta es válida sólo y sólo si acuden a votar por lo menos el 40% del padrón electoral nacional. Si no acude por lo menos el 40% del padrón (37.44 millones de mexicanos), la consulta no es vinculante, esto es, no es válida. El mandato se puede revocar sí y sólo sí el 50% + 1 de los votos emitidos dictaminan que se le revoque el mandato al presidente, siempre y cuando haya participado un mínimo del 40% del padrón electoral. Entonces tenemos:
Opción A: Se le revoca el mandato al presidente, pero no se llega al 40% de participación del padrón electoral. AMLO se queda.
Opción B: No se le revoca el mandato al presidente, pero no se llega al 40% de participación del padrón electoral. AMLO se queda.
Opción C: Se le revoca el mandato al presidente y se llega o sobrepasa al 40% de participación del padrón electoral. La consulta es vinculante, AMLO se va.
Opción D: No se le revoca el mandato al presidente y se llega o sobrepasa al 40% de participación del padrón electoral. La consulta es vinculante, AMLO se queda.
Esto es, existe un 75% de probabilidades de que no haya revocación de mandato del presidente. Ahora, si aplicamos lo que yo llamo el teorema del Tiro de Gracia, pues tenemos que, con el 60%+ de preferencia electoral actual del presidente, pues las probabilidades de que éste se quede en su puesto hasta el 2024 son aún mayores. De acuerdo a casas encuestadoras serias, la participación del electorado mexicano en esta consulta caería en el rango del 12%-27%. De ahí que MORENA se la pase promoviendo la consulta desde el día 1, la consulta de revocación de mandato se convierte en una forma segura de refrendar el mandato del presidente rumbo a las elecciones de 2024, ya no se diga para ejercer presión política contra el PRI, para que afloje votos en la aprobación de la contrarreforma eléctrica en el Congreso durante la Semana Santa, antes de las elecciones de medio año de 2022.
En el remoto caso de que el presidente se tenga que ir, el Congreso, controlado por MORENA decidiría quién se queda en su lugar. Y ahí sí la grilla se pondría a todo dar entre las diferentes personalidades de la 4T, pero eso difícilmente va a pasar. Una cosa sí es segura, bajo cualquier escenario, Monreal queda fuera, como astronauta perdido en el espacio interestelar con tan sólo dos años de oxígeno… Colosio Jr. Tiene más probabilidades de montarse a una candidatura presidencial que Monreal, para que me entiendan.
Los bajos niveles de proyección de voto se deben principalmente a dos razones: 1. El INE instalará 57, 677 casillas para la consulta sobre la revocación del mandato, esto es, el 35% del total de las casillas instaladas en las elecciones intermedias de 2021 o 553 casillas más de las instaladas para la fracasada consulta popular sobre los expresidentes en agosto de 2021. Desconozco si es verdad que al INE no le alcanza el presupuesto para instalar suficientes casillas para la revocación, pero éste será un factor determinante que afectará directamente a los números totales de participación del electorado. De todas maneras, la Suprema Tremenda Corte ya dijo que lo que haga el INE con el presupuesto que tiene está bien. 2. El INE es la única institución autorizada para promocionar la consulta. El INE, por mandato del Congreso, no puede permitir que ningún otro instituto político o parte del gobierno publicite o promocione la consulta. Esto es ridículo, si ninguno de los interesados puede promocionar la consulta… ¿entonces cómo diablos se va a enterar el pueblo bueno sobre las razones, los pros y contras de la revocación de mandato? ¿Quién va a invitar y persuadir al pueblo bueno para que participe en la consulta sobre revocación de mandato? La promoción por parte del INE es de baja intensidad y de poco alcance, por plantearlo en términos nobles. Las acusaciones de MORENA sobre la mala fe del INE para boicotear la consulta ciudadana es pura y vil politiquería. Por un lado tenemos a un INE que controla todo, pero que en realidad no controla nada (y esto viene dándose por lo menos desde 2006). Por otro lado, si rebuzna, tiene orejotas bien largas y patea como burro, definitivamente tiene que ver con el Congreso mexicano. Dios los hace y ellos se juntan.
Aunque el pleito casado entre el INE y AMLO es innegable y mancha por todos lados la consulta ciudadana, lo más seguro es que las modificaciones propuestas por AMLO, para transformar al INE en un instrumento a modo por el gobierno federal en turno, no sean aprobadas por el actual Congreso. Pero el punto ya se puso sobre la mesa y será el motivo de futuras argumentaciones dentro del marco evolutivo o involutivo de nuestra maltrecha democracia.
Aquí lo más importante, permítanme insistir, es que se sienta un precedente muy interesante. En lo personal, yo no creo que esta consulta sobre revocación de mandato dure más de dos sexenios. Con o sin la 4T en el poder se va a volver a modificar lo de la consulta en la Constitución. No es cómodo para el o la president@ en turno vivir con la espada de Damocles colgando sobre su pescuezo a mitad de sexenio. De todas formas, ojalá que esto contribuya a que la cultura democrática de referéndums y consultas populares se arraigue de manera racional entre el pueblo bueno…
Finalmente, recomiendo ir a votar de manera decidida, aunque cueste un poquito más de trabajo hallar la casilla. También recomiendo el voto racional: votar a favor o en contra de la revocación, pero basándose en hechos y no en dichos: ¿lo que ha hecho el presidente durante los primeros tres años de su administración es suficiente como para permitir que acabe su periodo? La respuesta a esta pregunta sólo la puede contestar cada quién, es (o debería ser) absolutamente individual ejercer el voto en esta consulta. La idea es validar el resultado y enviarle un mensaje claro a AMLO: quédate o vete, aunque no es lo mismo un quédate o vete con el 51% del voto, que con el 90% del voto.
En consultas de este tipo, donde ya se sabe lo que va a suceder, definitivamente el voto se convierte en una especie de voto artesanal y la consulta no pasa a mayores, pero se crea un precedente que probablemente ponga a trabajar en serio a futuros presidentes aunque, como hemos visto, nada está exento de la politiquería barata en la política. Nada.
NEXT: la implementación de la segunda ronda en las elecciones mexicanas, como en cualquier democracia normal.