Solemnidad de la anunciación
Día del no nacido
Consagración de Ucrania y Rusia al inmaculado corazón de María
Sacerdote Daniel Valdez García
Estimados todos!
Les saludo con afecto y respeto, hoy primero haré una sencilla referencia histórica y después haré una sencilla propuesta de reflexión.
1. Antecedentes de la consagración al inmaculado corazón de María
Biológicamente hablando, durante el embarazo el corazón del bebé comienza a formarse inmediatamente después de la concepción y termina de formarse a las ocho semanas de gestació, de tal manera que en el cuerpo de la madre late incesamentemente el corazón del pequeño con variaciones del rango normal de entre 120 y 160 latidos por minuto.
El corazón maternal de una madre es lo que más ternura manifiesta, y en nuestro caso, la Virgen María como madre nuestra intercede por nosotros, pues su Hijo Jesús la nombró Madre nuestra desde la cruz. Dios ha dado a María un papel más significativo y singular entre sus hijos: la misión de ser la Madre de todos los creyentes. Cuando María estaba al pie de la Cruz, Jesús dijo (Juan 19, 26), “Mujer, aquí tienes a tu hijo” y al Apóstol Juan, “Aquí tienes a tu madre”. Cuando María aceptó a Juan como su hijo, en Juan ella no aceptó a todos nosotros. En ese momento, la Madre de Jesús se convirtió en nuestra Madre también. Al igual que una vez que su misión terrenal fue a dar a luz a Cristo, para alimentar, nutrir y ayudarle a desarrollar y madurar como hombre; de manera similar, hasta el final de los tiempos, la misión de María es ayudar a los cristianos en su nacimiento espiritual y su necesidad de ser alimentados y nutridos con gracia para crecer hasta la plena estatura de Cristo.
La celebración del inmaculado corazón de María está relacionado con el sagrado corazón de Jesús. Por eso su celebración es el sábado inmediato a la fiesta del corazón de Jesús. El 4 de mayo de 1944, el propio Papa Pío XII estableció la fiesta del Corazón Inmaculado de María oficialmente en toda la iglesia católica, esto con la intención de obtener “paz entre las naciones, libertad para la iglesia, la conversión de los pecadores, amor a la pureza y la práctica de las virtudes”
La consagración al Corazón Inmaculado Corazón de María es uno de los actos de culto a la Santísima Virgen que más se han desarrollado en el último siglo, especialmente a raíz de las Apariciones de Fátima.
Primero se habló de consagración personal. Será el Papa Pío XII, quien en un famoso discurso a las Congregaciones Marianas de 21 de Enero de 1945 les explicaba en que consistía la Consagración que el mismo había hecho hace ya tantos años: “La consagración a la Madre de Dios. Para hacer bien la consagración personal a María hay un sólo requisito: hay que entregarse a María totalmente. El lema del Papa san Juan Pablo II lo tomó de la obra “Tratado de la verdadera Devoción a la Santísima Virgen” de San Luis María Grignon de Monfort, quien expone la fórmula entera de consagración a María: “Totus Tuus ego sum et omnia mea Tua sunt”, “Soy todo Tuyo y todo lo mío es Tuyo”. El santo recomendaba realizarla en un día de fiesta mariana y prepararse durante 33 días para hacerlo
Hay muchas fórmulas recomendadas por el Magisterio, entre ellas el acto de consagración del mundo al Corazón Inmaculado de María que hizo el mismo Papa Pío XII el 31 de Octubre de 1942.
Una de las peticiones de Nuestra Señora de Fátima fue la consagración de Rusia a su Inmaculado Corazón. En 1952, Pío XII consagró Rusia pero sin la colaboración de los obispos del mundo. Luego, el Papa San Pablo VI renovó la consagración hecha por Pío XII. Pero recién en 1984, San Juan Pablo II hizo la consagración de Rusia expresamente como lo había pedido la Virgen.
2. Propuesta de reflexión
Comienzo con la siguiente pregunta: ¿Por qué hacer la consagración de Ucrania y Rusia al inmaculado corazón de María el 25 de marzo de este 2022?, en primer lugar para responder a la petición que los obispos de Ucrania hicieron al Papa Francisco.
Porque el Papa san Juan Pablo II compuso una oración para lo que llamó un “Acto de Encomienda” que se celebraría en la Basílica de Santa María la Mayor el 7 de junio de 1981, solemnidad de Pentecostés. Luego, para responder más plenamente a las peticiones de la Virgen, quiso explicitar durante el Año Santo de la Redención el acto de entrega del 7 de junio de 1981, repetido en Fátima el 13 de mayo de 1982. En memoria del Fiat pronunciado por María en el momento de la Anunciación, el 25 de marzo de 1984 en la Plaza de San Pedro, en unión espiritual con todos los Obispos del mundo, previamente “convocados”, Juan Pablo II confía todos los pueblos al Corazón Inmaculado de María. En junio de 2000, la Santa Sede reveló la tercera parte del secreto de Fátima, y el entonces arzobispo Tarcisio Bertone, secretario de la Congregación para la Doctrina de la Fe, señaló que Sor Lucía, en una carta de 1989, había confirmado personalmente que ese acto solemne y universal de consagración correspondía a lo que quería la Virgen: “Sí, se hizo, dijo la vidente, tal como Nuestra Señora había pedido, el 25 de marzo de 1984”.
Hoy 25 de marzo unidos al sagrado corazón de Jesús que comenzó a formarse inmediatamente después de su concepción, el Papa Francisco unido a los obispos de todo el mundo, hace la consagración de Ucrania y Rusia al inmaculado corazón de su Madre Santísima. Nosotros los párrocos y rectores haremos el “acto de encomienda” como lo llamó el Papa san Juan Pablo II.
Consagrarse, pues al inmaculado corazón de María es tratar de acudir a nuestros deberes cotidianos como lo haría Ella. Ella será nuestro oratorio, lámpara encendida y oratorio sagrado, pues ella es como la llama el Concilio Vaticano II: “Reto, ejemplo y modelo” (Lumen gentium 172).
Los invito a hacer nuestra consagración personal al inmaculado corazón de María, siguiendo la fórmula breve de San Luis María Grignon de Monfort: “Totus Tuus ego sum et omnia mea Tua sunt”, “Soy todo Tuyo y todo lo mío es Tuyo”.
Amén, amén, Santísima Trinidad.