La perrita labrador que inspiró diversas frases de agradecimiento por parte de los habitantes de la Ciudad de México, acumula al menos 53 localizaciones, 12 de ellas de personas con vida, lo que le valió una estatua en su honor en Puebla.
“Frida está agotada por la propia vejez. No está en peligro su vida pero si está delicada por problemas óseos, cardíacos y de cadera”, informó la fuente naval.
La heroína, quien aparecía en sus rescates con goggles, chaleco y protección para sus patas, también ayudó en los deslaves de Guatemala y el terremoto de Ecuador.
La perrita rescatista fue jubilada a sus 10 años de edad en el año 2019 para ser entregada en adopción. No obstante, por su deteriorado estado de salud aún sigue bajo el resguardo de la Marina.
El binomio perteneció a la Unidad Canina Naval y a la Unidad de Búsqueda y Rescate Urbano de la Marina, donde otros ejemplares son entrenados en tareas de rescate.
La Marina no detalló el malestar de “Frida”, no obstante, aún procura de ella en el Subgrupo de Control Canino de la Sección Tercera del Estado Mayor General de la Armada, donde recibe los cuidados necesarios.
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¿Por qué amamos a “Frida”?
En septiembre de 2017, se ganó el reconocimiento de miles de mexicanos que vieron en ella al símbolo de la solidaridad y fortaleza ante la tragedia del #19S.
Junto con otros perros de búsqueda y rescate, como los pastores belga malonois “Ecko” y “Evil”, formó parte de los equipos que acudieron a las labores de emergencia de la Marina.
Del total de personas que ha rescatado, 12 fueron salvadas en el temblor de magnitud 8.4 del pasado 7 de septiembre. Además, logró sacar 40 cuerpos que estaban bajo los escombros en Juchitán, Oaxaca.