Desde la niñéz y la educación básica, se ha enseñado que el agua forma parte de una categoría de recursos no renovables. Sin embargo, un gran número de investigadores coinciden en que esto no podría ser del todo cierto.
Sólo para darse un idea, nuestro planeta esta cubierto en un 70% por agua, y de acuerdo a estudios recientes, aún se cuenta con la misma cantidad de agua, que la que se tenía hace 30 años. Es en este punto dónde se genera una gran duda en muchas personas, pues al verificar la información, muchos se preguntan ¿Porqué hay que cuidar el agua?
Para responder el cuestionamiento surgido en el párrafo anterior, es necesario recordar que este recurso puede estar presente en diferentes estados, estos son: sólido, líquido, y gaseoso. Siguiendo esa idea, podemos saber que la mayor parte del agua que está en nuestro planeta, puede encontrarse en la atmósfera, los océanos, o los casquetes polares. Es por esa razón que dependiendo de las condiciones climáticas en el planeta, podemos tener las mismas cantidades de agua que en décadas anteriores.
Por otra parte, aunque sabemos que seguimos contando con la misma cantidad de este recurso vital, no es bueno confiarse, porque la calidad del recurso es tema a parte. Y hoy en innegable que gran parte del agua dulce con la que contamos, se encuentra contaminada con distintas sustancias.
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¿Cuál es la distribución del agua en el mundo?
De acuerdo con el Fondo para la Comunicación y la Educación Ambiental, “la disponibilidad de agua promedio anual en el mundo es de aproximadamente 1,386 millones de km3, de estos el 97.5% es agua salada, el 2.5%, es decir 35 millones de km3, es agua dulce y de ésta casi el 70% no está disponible para consumo humano”.
Así mismo, se explica que del porcentaje que nos queda del recurso disponeble, se extrae perforando el subselo, lo cual se traduce a 2,500 millones de personas que dependen de esta forma de extracción para realizar sus actividades.
Esta situación ha provocado que un gran número de acuífereos subterráneos se encuentren en condiciones de sobreexplotación. Esto ha traido consigo una gran cantidad de problemas, tales como la subsidencia y hundimientos del terreno, generando graves daños en la infraestructura urbana.
Finalmente se ha explicado que el problema más grave al que se enfrenta la humanidad es a la contaminación de este recurso. Esto representa un gran reto para enfrentar el 2030, dónde el auemento en la mala calidad del agua traerá consigo graves problemas de salud.
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