El día 19 de agosto de 1940, se promulgó la Ley y Reglamento del Servicio Militar, misma que fue puesta en vigor 2 años después, el 3 de agosto de 1942, por decreto del entonces Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, General Manuel Ávila Camacho, iniciándose la materialización de este servicio con los jóvenes varones en edad militar, nacidos en el año de 1924 (clase 1924) quienes fueron encuadrados eI 1/o. de enero de 1943.
Su Propósito
Tanto las excepcionales condiciones estratégicas que concurrían en nuestro territorio, como por la situación geográfica que ocupa México en el continente, se tenía el deber de organizar la defensa de su soberanía, sin escatimar sacrificio alguno, porque los peligros que desde el exterior le amenazaban eran considerables y por ello el gobierno se encontraba en el caso de adoptar una política decidida, firme y al mismo tiempo inmediata.
Para resolver los trascendentales problemas que plantea la Defensa de la Nación, se adoptó el sistema del Servicio Militar Obligatorio, a fin de poner en las reservas del Ejército a todos los habitantes útiles del país y hacer posible, llegado el caso, la movilización de cuantos contingentes necesitara la patria para enfrentarse a cualquier peligro exterior.
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El Servicio Militar Nacional fomenta la ayuda, la cooperación y se cultiva una mística de servicio, señaló el Capitán 1ro de Infantería, Óscar Trinidad Agustín, al dar la bienvenida al personal de conscriptos de la clase 2003, remisos y mujeres voluntarias, quienes iniciaron con sus obligaciones militares.
“Nuestra Nación requiere de mujeres y hombres jóvenes, que revitalizan esfuerzos y valores para lograr su grandeza y poder afrontar retos actuales”, declaró.
Solo como ciudadanos comprometidos y preparados, destacó en su mensaje hacia los que iniciaron sus obligaciones militares, será posible trascender en la historia del país.
“En el servicio militar nacional se fomenta la ayuda y cooperación, se cultiva una mística de servicio en nuestras filas y se forja el sentido de responsabilidad y autodisciplina, así como un alto concepto del honor, lealtad a la nación y a sus instituciones encausando los esfuerzos e ideales de los jóvenes conscriptos hacia metas tangibles de superación”, subrayó.
Trinidad Agustín puntualizó que a estas obligaciones se suma la mujer mexicana que se ha caracterizado no solo por su gran sensibilidad social, sino también por una notable capacidad de encauzar sus inquietudes y su entusiasmo y deseos de participar en los diversos ámbitos de la vida nacional.
Es por ello, aseveró, que se plantea un derecho incluyente en mujeres a colaborar en esta tarea no como obligación, sino prerrogativa de la participación en las tareas de la vida castrense.
“Mujeres voluntarias y jóvenes conscriptos del Servicio Militar Nacional reciban una cordial bienvenida a nombre del General Luis Cresencio Sandoval González, Secretario de la Defensa Nacional, a este centro de adiestramiento”, añadió.
El pueblo de México, confía en sus fuerzas armadas y por lo mismo, “tenemos la tarea de luchar por una patria libre independiente y soberana, que ha sido forjada en múltiples jornadas de esfuerzos y sacrificios para superar los grandes desafíos a lo largo de la historia del país”. finalizó,