México es una potencia en cuanto se trata del arte popular, y en el Día del Artesano, Kristina Velfu elabora sobre su importancia.
Arte Popular Reflejo del Entorno y la Vida Espiritual de México
Por Kristina Velfu
Los valores culturales, las creencias espirituales y la esencia colectiva, están reflejadas en el arte popular de cualquier país. Entre todas las naciones del mundo, México está considerado como un país potencia en este rubro, porque posee una sorprendente creatividad artística. Las obras de arte popular mexicanas son un espectáculo.
El arte popular es una producción de objetos bellos y creativos limitados, en serie, pero no masivos. El primer factor que lo caracteriza es la elaboración humana, sin intervención industrial, lo que le impregna sensibilidad e interpretación única.
En general el arte popular tiene alta presencia utilitaria, sin embargo el objeto es dotado de belleza. Algunos de ellos son demostraciones de la vida religiosa o espiritual.
Las expresiones de arte popular en México son inabarcables. Es impresionante la capacidad creativa de cada sitio, que además de la aportación cultural que significan, también son impulso y motor económico que permite la sustentabilidad de miles de familias alrededor de la República, que viven gracias a sus posibilidades artísticas.
Un rasgo interesante, es que la producción artesanal está siempre ligada al entorno físico y medioambiental. Es de la naturaleza de donde se inspira ante quien responde.
Las condiciones del territorio de la República Mexicana son vastas y diversas, el clima y biodiversidad de cada una de las regiones es fundamental para la vida de los pueblos que las habitan, volviéndose el origen de su cosmogonía, formas de vida y expresión, el arte popular es parte esencial de la riqueza patrimonial de nuestro país. México es el cuarto país con mayor diversidad de ecosistemas a nivel mundial, sus recursos naturales son la base de las técnicas artesanales que han desarrollado cada uno de los pueblos originarios, su estética refleja la percepción del entorno, así las piezas nos hablan también de significados culturales e históricos que denotan pertenencia grupal.
Las técnicas artesanales que se desarrollan en cada región son parte de su identidad social, responden a sus usos y costumbres, tradiciones que se heredan de generación en generación, por lo que conservar el entorno en el que habitan y son clave para preservar la vigencia de la cultura popular, así el arte popular mexicano. Existe una relación intrínseca entre la magia del trabajo de los artesanos mexicanos con la riqueza natural del país.
Es posible clasificar el arte popular mexicano gracias a la regionalización y correlación de la biodiversidad.
Por ejemplo la paleta de color corresponde al entorno natural. Mientras al norte del país en regiones áridas tiene predominancia de sepias, café, rojos y ocres, al sur en las zonas selváticas es sumamente colorida con presencia de tonos verdes, rojos, anaranjados, amarillos, rosas y azules.
El norte se caracteriza por climas desérticos y secos, con lluvias escasas o estacionales, sus ecosistemas son matorral, pastizal y bosque de coníferas. No se observan tantas especies animales y vegetales en comparación al resto de la República, sin embargo, hay una riqueza sorprendente; la fauna se esconde durante el día y sale por la noche a causa del los climas extremos y así evitar la deshidratación. Hay abundantes especies de cactáceas, reptiles e insectos. En el arte popular la paleta de color es terrosa, donde incluso las especies se mimetizan, esto ha impactado a los pueblos de la región que se han inspirado y han logrado que los objetos utilitarios reflejen ese entorno en su estética. También es notable cómo la escasez de ciertos materiales ha generado un aprovechamiento magistral de los elementos naturales encontrados en esta región.
Por su lado, el clima de la zona Centro es predominantemente templado y cálido, húmedo con lluvias al menos en una temporada del año; con ecosistemas como son selva baja y húmeda, bosque templado y matorral. Aunque esta división corresponde a los bioclimas, geográficamente los estados de esta zona son nuevamente Nayarit y San Luis Potosí, así como Jalisco, Guanajuato, Querétaro, Veracruz, Hidalgo, Estado de México, Colima, Tlaxcala, Michoacán, Ciudad de México, Morelos y Puebla.
Al compartir bioclimas con flora y fauna similares, surgen ciertos paralelismos entre los diferentes grupos étnicos al adaptarse al medio ambiente de esta región, guardando similitudes en las formas de expresión de los distintos grupos de la franja central del país, que responde al entorno en el que se desarrollan sus vidas.
Finalmente, en la región Sur / Sureste es la que guarda mayor cercanía con el Ecuador, por lo que los ecosistemas consisten en bosque, selva, manglares y cuerpos de agua, el clima es cálido y bastante húmedo, en algunas regiones incluso hay lluvias todo el año. Los estados abordados aquí son Guerrero, Oaxaca, Tabasco, Chiapas, Campeche, Yucatán y Quintana Roo.
La flora y la fauna son abundantes y variadas, lo que inspira y provee a los artesanos de materia prima para crear maravillas en su arte popular, por ejemplo es la zona del país donde encontramos mayor cantidad de maderas finas. Aquí se concentra la mayor cantidad de asentamientos étnicos del país y por ende es sede por excelencia de la cosmogonía mesoamericana. Los colores y los temas corresponden a la exuberancia de la región.
Así, la riqueza creativa responde a la riqueza natural de México y prueba de ello son las características que hacen que el arte popular mexicano sea tan apreciado por el mundo entero.
El INEGI clasifica la producción de artesanías en ocho grandes áreas: Alfarería y cerámica; Fibras vegetales y textiles; Madera, maque y laca, instrumentos musicales y juguetería; Cartón y papel, plástica popular, cerería y pirotecnia; Metalistería, joyería y orfebrería; Lapidaria, cantería y vidrio; Talabartería y marroquinería; y Alimentos y dulces típicos.
Aunque la clasificación de objetos nos permite facilitar el estudio de la artesanía. Su belleza y diversidad son inabarcables. Para muestra: El Museo de Arte Popular ubicado en el Centro de la Ciudad de México, cuenta con una de las colecciones más grandes en su acervo, que asciende a más de 11 mil piezas catalogadas y resguardadas en sus bodegas.
Día del Artesano
A partir de 1995, el 19 de marzo quedó instaurado como el Día del Artesano, por la Cámara de Diputados, en consideración a esta actividad como baluarte de nuestra cultura e importante aportación social y económica al país.
Los artesanos preservan la cultura mexicana a través de las manifestaciones visuales y utilitarias de las tradiciones, costumbres, creencias y aspiraciones de la nación.
Los conocimientos se transmiten, generalmente a través de la tradición oral, de generación en generación. Por ello hay que entender que el arte popular es algo vivo, que explica razones de carácter económico, social y artístico.
El arte popular significa el 19.1 % de ingreso económico del sector cultural en México y las familias invierten de su gasto corriente el 18.7% en él, de acuerdo a datos del INEGI de 2019. Por si esto fuera poco, se estima que alrededor de 4 millones de mexicanos viven y trabajan en la artesanía, lo que implica al 35% de las personas que laboran en la cultura en su conjunto. Esta cifra es inexacta, pues aunque las autoridades reconocen la necesidad de hacer un censo más certero de artesanos y existió una promesa de que esto sucedería en 2020, aún no se la logrado tener un número más preciso al respecto.
Lo que sí se reconoce, de acuerdo a cifras de Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías, es que el 20% del padrón de artesanos del FONART corresponde a personas adultas mayores de 60 años que viven en zonas desfavorecidas, además, del total de ellos, el 70% son mujeres y 30% hombres, mayoritariamente indígenas.
A pesar de la aportación cultural y peso económico del sector artesanal, las personas y familias artesanas de México no han mejorado proporcionalmente su condición económica y ante la coyuntura actual de la pandemia, se han visto severamente afectadas. Es común que el sector viva de la venta directa y dependa de los ingresos diarios, por lo que el gremio artesanal, ha sido de los más golpeados en estos tiempos difíciles.
Uno de los efectos más devastadores de la pandemia para los productores artesanales es el cierre de los principales puntos de venta a los que acuden a vender sus piezas. Usualmente, van a ferias, mercados, concursos y zonas turísticas a vender y con ello forman ahorros que les permiten subsistir y obtener materias primas para producir más piezas y vender en algún otro evento.
Por desgracia los artesanos a lo largo de su historia han luchado con los mismos problemas: el aislamiento, la carencia de protección legal instituida y la competencia con los artículos importados e industrializados.
El Arte Popular se Reinventa
Ante la actual situación los artesanos han recurrido a varias estrategias para sobrevivir, tales como: intercambio de productos por comida, venta en línea, apoyo de créditos federales, estatales y municipales, asociaciones civiles y casas de las artesanías, así como la diversificación de sus producciones, por ejemplo la elaboración de cubrebocas, urnas y otros artículos utilitarios, lo que les ha ayudado a sobrevivir durante está emergencia sanitaria.
Esto demuestra, cómo la producción creativa, es paralela a las vivencias del presente. El arte popular está vivo y permanece al lado del espíritu resiliente de los mexicanos, que no se rinden ante la adversidad.
José Iturriaga, miembro de la Asociación de Amigos del Museo de Arte Popular, una de las más poderosas y activas defensoras de la riqueza cultural mexicana y sus creadores, reseña 5 enemigos del arte popular a los que hay que tener presentes para combatirlos.
1) La discriminación racial que tiende a inhibir las expresiones artísticas auténticas
2) El mal gusto que promueve la falsificación, las copias y los souvenirs folklorizantes.
3) La oferta y la demanda que promueve la producción en serie
4) La influencia externa, que aunque México tiene un poderoso escudo cultural contra los embates de la globalización, esta avanzan a costa de las costumbres populares.
Tal vez valdría la pena agregar la falta de seriedad en los estudios demográficos referentes al arte popular y el casi nulo presupuesto estatal asignado a esta labor imprescindible, que por si fuera poco representa la llave diplomática por excelencia. México se presenta ante el mundo desde el arte popular. El arte popular es motor turístico y área de luz en la imagen internacional de nuestro país.
En Día del Artesano te invitamos a reflexionar sobre esto. A apoyar la creatividad sin regatearla y valorar la potencia creativa del país donde nacimos.