La generación deprimida, así se les llaman o se hacen llamar, aquellos que pertecen al conjunto de los llamados Millennials y Centennials. Algunos describen su vida sin ganas de nada, sin motivación y con la sensación de no encontrarle sentido.
Esta generación engloba,a los millennial, también llamada generación Y, que son los nacidos entre 1981 y 1995 y la generación Z a quienes llegaron al mundo entre 1995 y 2010.
Con este grupo, el uso de antidepresivos, la asistencia a terapia psicológica y la expresión autoinformada de ansiedad y tristeza se han incrementado, especialistas advierten sobre los factores.
En primer punto, se debe entenbder por trastorno de depresión mayor, a aquel que se manifiesta como un conjunto de síntomas, de los cuales podemos destacar un estado de ánimo deprimido durante la mayor parte del día, disminución del interés por las actividades que antes provocaban placer, pérdida o aumento de peso, insomnio o hipersomnia, agitación o retraso psicomotor, pérdida de energía, sentimiento de inutilidad o culpabilidad excesiva, disminución de la capacidad para pensar o concentrarse y pensamientos de muerte recurrentes.
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A continuación una serie de factores que podrían estar influyendo:
Pandemia, coronafobia y soledad
La pandemia de covid-19 ha tenido influencia en la población en general:La coronafobia (una ansiedad excesiva a contraer el coronavirus), ansiedad, fatiga pandémica (una reacción de agotamiento frente a una adversidad mantenida y no resuelta), etc. Ante tal escenario, la pregunta es: ¿han afectado estas situaciones particularmente a estas dos generaciones?
La soledad es algo que se relaciona directamente con la tristeza. Si bien es cierto que eso es aplicable a cualquier edad, la necesidad de relacionarse con iguales es mayor en la juventud. Es por esto por lo que las medidas específicas y preventivas del contagio de coronarivus han afectado en particular a esta población.
Ansiedad social
Por otro lado, la soledad de ese momento choca ahora de frente con la vuelta a la vida social, provocando muchas veces ansiedad en adolescentes y jóvenes. Es a lo que se le ha denominado resaca social, muchas personas de esta edad acusan desde ese momento la sensación de no sentirse capaces de «conectar» con sus iguales. Sienten que no disfrutan de situaciones sociales con muchas personas y experimentan ansiedad cuando están rodeadas de alguien que acaban de conocer.
Redes sociales
Las redes sociales se han convertido en un refugio para muchas personas jóvenes que se sienten mal. Cabe destacar que un uso adecuado de las mismas es positivo. De hecho, en parte gracias a ellas la desconexión social durante el confinamiento no fue total.
Pero hay dos factores que pueden afectar negativamente a las personas jóvenes:
• Un uso excesivo o como evitación de momentos de ansiedad. Esto puede provocar que se refugien en las redes con el objetivo de sustituir situaciones sociales en vivo.
• Un uso sesgado. Tal situación les podría exponer únicamente a contenido con el que pueden compararse negativamente. Incluso a publicaciones que muestren expresión de dolor emocional por parte de personas desconocidas (por ejemplo, imágenes de autolesiones).
Frustración laboral
La generación millennial fue educada en una «meritocracia» muy enfocada al éxito laboral y socioeconómico condicionado al esfuerzo. Frases como «Si te esfuerzas, conseguirás lo que te propongas», seguro que las han escuchado la mayoría de ellos.