Durante 2020, la Secretaria de Hacienda y Crédito Público (SHCP), entonces a cargo de Arturo Herrera, recibió instrucción de Presidencia para consolidar compras de dependencias del gobierno federal, a fin de promover una libre competencia entre proveedores y obtener ahorros para las finanzas de la 4T. Una de las grandes iniciativas fue la consolidación de la compra de diesel y gasolina para las 42 dependencias federales, incluidas las 22 secretarias de estado y demás organismos centrales de la administración pública en México. Los 71,400 vehículos de estas 42 dependencias consumen 260 millones de litros de combustible anualmente, lo que se traduce en un monto anual de más de 5,620 mdp.
En 2020, la SHCP llevó a cabo una licitación abierta en la que participaron los principales actores del sector de proveedores de combustible, entre ellos Toka, de los hermanos Villanueva; Broxel, de Gustavo Gutiérrez; Edenred, de Andrea Keller; Sí Vale, de Gerardo Yépez; Hidrosina, de los hermanos Karam; y Efectivale, de Pedro De la Peña. Después de una competida licitación, Edenred obtuvo el contrato para dar tarjetas Ticket Car a los mas de 71 mil vehículos a nivel federal durante 2020 y 2021 y con ello dar acceso a las más de 14,500 estaciones de gasolina que existen a nivel nacional para poder cargar combustible en las gasolineras BP, Pemex, G500, Exxon, Total, Shell, Gulf, Oxxo Gas, Arco, Gulf y franquicias Pemex, entre otras.
Datos obtenidos de Edenred, muestran que las estaciones propias de Pemex surten apenas el 24% de los 5,620 mdp anuales consumidos por los vehículos del gobierno federal; mientras que el 76% restante se consume entre las 14 marcas y franquicias restantes. El 25 de noviembre de 2021, sin previo anuncio, la Oficialía Mayor de la SHCP, a cargo de Thalía Lagunas, adjudicó a Pemex, de Octavio Romero, de manera directa y sin licitación, la contratación consolidada del “Servicio de suministro de combustible para vehículos automotores terrestres en territorio nacional para el ejercicio fiscal 2022,” por un monto anual de 5,823 mdp.
Pemex Transformación Industrial, bajo la dirección de Jorge Luis Basaldúa Ramos, estaría a cargo de implementar el programa a partir del mes de enero 2022 y con ello, el servicio hasta entonces otorgado por Edenred, quedaría suspendido. Esta asignación directa deja fuera de la jugada a las 14 distintas marcas de gasolineras en el país, tanto nacionales como extranjeras, en donde se habría consumido en 2020 y 2021 el 76% del combustible utilizado por el gobierno federal y reafirmando así el monopolio de Pemex ahora en la proveeduría de gasolina y diesel.
Al día de hoy, la ejecución del programa ha probado ser un absoluto y total fracaso a causa de la incompetencia administrativa y falta de capacidad tecnológica de Pemex Transformación. A fin de no suspender el suministro de combustible y mantener en operación la flota federal, se otorgó una extensión del contrato al proveedor Edenred, mismo que se amplió al mes de febrero, posteriormente a marzo y ahora nuevamente a abril. Hasta ahora, no se han suministrado las tarjetas para pago, además de que las pruebas que se han hecho para el sistema de autorización y pagos de los consumos no han funcionado y los controles operativos que proveía Edenred para el correcto control asignado a cada vehículo en particular, simplemente no existen en la solución de Pemex.
La oficina de comunicación de Basaldúa Ramos no solo ha negado lo anterior, sino, además anticipa que se espera sean otorgadas otras asignaciones directas para Pemex, ahora a nivel estatal y municipal, dado que la gestión y administración de combustible a cargo de Pemex “garantiza la soberanía nacional”. Una vez más, el subsidio, la incapacidad tecnológica y mala oferta de servicio de Pemex queda patente. La pregunta sigue abierta: ¿Por qué la 4T se obstina en rescatar a todo precio a la empresa mas endeudada del país, al tiempo que contraviene su discurso de promover una competencia económica abierta entre los participantes nacionales y extranjeros del sector energético en México? Una pregunta que no tiene respuesta.