Ante la necesidad de huir de los migrantes centroamericanos por la violencia y las pocas oportunidades económicas , esto impulsó las ganancias de  los grupos delincuenciales, lo cual hizo que posicionarán el tráfico ilegal de migrantes como un negocio millonario a la altura de algunas de las industrias más importantes del país, como la exportación de petróleo o los ingresos por turismo internacional.

El cierre de fronteras por la crisis sanitaria del covid-19 y el aumento de la seguridad en pasos fronterizos en Estados Unidos triplicó los precios que usualmente cobraba un pollero, pues de tener un costo promedio de 5 mil 400 dólares en 2019, según estudios de la Secretaría de Gobernación (Segob), en los últimos meses se han reportado casos donde los migrantes pagaron hasta 15 mil dólares para poder conseguir la oportunidad de cruzar la frontera.

El crimen organizado aprovechó la explosión migratoria para tener una alta demanda de sus servicios, pues en 2021 se observó el mayor flujo migratorio que se tenga registro hacia Estados Unidos y que derivó en el rescate o detención de 2.3 millones de migrantes por parte de autoridades mexicanas y de la Patrulla Fronteriza estadounidense.

Estimaciones del Centro de Estudios Migratorios de la Segob señalan que el 70 por ciento de los migrantes utilizaron en algún momento un pollero, esto significa que 1.6 millones de migrantes contrataron un intermediario para cruzar la frontera; si todos ellos pagaron 15 mil dólares, los polleros hubieran generado 24 mil 950 millones de dólares anuales, una cifra mayor a los 24 mil millones de dólares obtenidos por Pemex en 2021 por las exportaciones petroleras.

Del total de personas que intentaron llegar a Estados Unidos, el Centro de Estudios Migratorios de la Segob estima que alrededor de 70 por ciento contrató a un pollero, lo que representa un total de 1.6 millones de migrantes.

Incluso si se tomara en cuenta un precio más barato, como los 11 mil dólares que reportaron los migrantes que resultaron accidentados en un choque automovilístico en Chiapas, las ganancias de los polleros que trafican con centroamericanos llegaría a los 18 mil 297 millones de dólares, una cifra muy cercana a los 19 mil 795 millones de dólares captados por el país por la llegada de turistas internacionales en 2021.

Entre los sectores más afectados por el encarecimiento en el costo de los polleros son los migrantes centroamericanos, pues en algunos reportes periodísticos de estos países se manejan cifras cercanas a los 20 mil dólares por ayudarlos a cruzar el territorio mexicano, librando los peligros de los cárteles de la droga y posteriormente garantizarles la entrada hacia los Estados Unidos.

Durante el largo camino, los migrantes padecen adversidades que van incluidas con el costo de su peaje, pues son transportados en condiciones de hacinamiento en tráileres de carga que carecen de ventilación, ya que cada centímetro cuadrado es ganancia para los polleros que están coludidos con bandas del crimen organizado.

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Los costos se pueden elevar aún más al llegar a los límites de Estados Unidos. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés) señaló que el costo de cruzar la frontera por Camargo, Tamaulipas, varía entre mil 500 y 7 mil dólares, en función de la comodidad, seguridad y apoyo con el que cuenten los migrantes al momento de burlar los filtros de seguridad. En dicho municipio se realiza el último pago a los polleros que transportan a los migrantes de diversas maneras.

La más común y accesible económicamente (2 mil dólares) es llegar a través del Río Bravo en balsas o por los sistemas de drenaje, pero si los migrantes pagan 3 mil 500 dólares son transportados en la comodidad de un asiento de automóvil.

Por una cuota de 7 mil dólares los polleros dan un trato más servicial a los migrantes, pues a pesar de seguir cruzándolos en balsas por el Río Bravo, al momento de llegar a tierra los reciben camionetas de lujo, modelo Tahoe de la marca Ford, para trasladarlos hacia casas de seguridad donde son cuidados y alimentados antes de entregarlos con sus familiares.

Cálculos de la Secretaría de Gobernación señalan que actualmente siete de cada 10 migrantes utiliza un intermediario para poder cruzar la frontera con Estados Unidos, dicha cifra ha crecido ligeramente en los últimos años, pues entre 2015 y 2019 se tenía un promedio de 50 por ciento, pero ante la crisis migratoria iniciada en 2019, las cifras se incrementaron de manera importante.