¿Resabios del neoliberalismo?

 

Oswaldo Rodriguez

Durante el pasado lunes, el presidente de México señaló que la trifulca en el Querétaro – Atlas, fueron resabios que dejaron los gobiernos neoliberales, y ante lo que propuso que se debe de continuar moralizando al país, atendiendo los orígenes de la violencia.

 

Sin embargo, pareciera que el presidente continúa con su discurso de evadir algunas de sus responsabilidades y sigue siendo firme a sus líneas de comunicación, pues pareciera que, a tres años de su gobierno ha podido mantener una estrategia clara de seguridad ciudadana y que impulsa diariamente la polarización entre ciudadanos.

 

Si bien es cierto, muchos ciudadanos podemos estar de acuerdo en que la violencia no se combate con más violencia, sino atendiendo las causas de la violencia, lo que es una realidad es que no se observa que el Gobierno Federal esté haciendo lo propio, pues con la desaparición de algunos fideicomisos, como los de fortalecimiento a los municipios, se dejaron solos a estas entidades de proximidad, pero, además, el presidente ha señalado que el proceso de transformación lleva tiempo, no obstante, lo único que hemos observado es un proceso de transformación de inseguridad en estados como Zacatecas, Colima, Sonora y Michoacán.

 

Aunado a lo anterior, podemos señalar que los hechos lamentables sucedidos el pasado fin de semana, solo evidenció lo que ya existe en nuestra sociedad y que por su parte, los municipios, los estados y la federación, no pueden evadir responsabilidades, pues el hecho que la percepción de inseguridad en estados como Zacatecas sea de más del 90% o que diariamente mueran 10 mujeres por cuestión de genero, o que los asaltos, robos y secuestros estén a la orden del día, no son solo resultado del neoliberalismo, sino del mal constructo social que tenemos y los nulos resultados de nuestros ordenes de gobierno.

 

En el sentido anterior, es importante mencionar que, la inseguridad no obedece a algún partido político, pues por ejemplo, el estado de Querétaro es una bastión importante del panismo y uno de los estados con mayor riqueza económica del país, pero también vemos, estados con altos niveles de marginación y en donde la inseguridad no respeta clases sociales, lugares de residencia o niveles de estudio.

 

Lo sucedido el pasado de fin de semana, nos debe de impulsar a reflexionar sobre como estamos como sociedad, como estamos como gobiernos, pero sobre todo, como estamos como mexicanos, un pueblo que nos estamos matando los unos a los otros y que no nos hemos dado cuenta que todas las personas vivimos como un solo todo, pues aquí, es donde vivimos, donde viven nuestros hijos y en donde viven nuestras familias. Al tiempo.