Por Edgar Abraham Mereles Flores.
¿Por qué Rusia ya no es Rusia?
Desde hace ya varios años, el oír hablar de Rusia o sus temas en común, era escuchar pláticas sobre primer mundo e innovación tecnológica y militar; volviendo esto una charla que enaltecía los valores y creencias que se tenían sobre dicho país; pero debido a los sucesos históricos vividos en semanas recientes todo ello ha cambiado, tejiéndose definiciones y significados de lo qué es Rusia y para sus habitantes qué significa ser ruso.
Para tratar de entender lo arriba señalado, debemos saber que todas las palabras son relaciones y que estas son cambiantes y no fijas; cada persona estructura sus relaciones con las palabras que usa y escucha, pero al existir medios de comunicación masivos, formamos relaciones en común para palabras específicas o en su caso expresiones. Un claro ejemplo en México, es la palabra Conservador cuya definición por la RAE es “que conserva/cuida de la permanencia”; definición que se ha visto afectada por el múltiple uso en presidencia, cambiando su significado y la relación que como ciudadanos le damos a esta.
Volviendo al punto, ¿cómo es que esto altera a nuestro sentir de la palabra Rusia o su gentilicio? Simple, igual que como todas las palabras, lo que la rodea afecta; y nuestra percepción e información de la actual guerra en Ucrania va modificando nuestro hablar y discernir, como sucedió con la Alemania nazi, el hecho de nombrar a un alemán durante la guerra y la postguerra era preludio para hacer un sentir negativo en la zona de mención; todo debido a la guerra y a la información que tuvimos de esta, y al relacionar ambas cosas como lo fue el nazismo y la Rusia actual; como lo hemos vivido últimamente, terminamos sintiendo un repudio hacia las acciones que este país se encuentra realizando, las que a pesar de no ser justificables bajo ninguna circunstancia, terminan afectando de manera negativa a los millones de ciudadanos rusos y rusas que no solo se ven oprimidos por su régimen político, sino que se manifiestan en contra del mismo.
Pero como ya se ha mencionado, la relación que formamos con las palabras surge de lo que sabemos, vivimos, percibimos, etc. y si no nos hemos informado correctamente de la situación en las ciudades rusas (en este caso), nuestro sentir y actuar será negativo para todos aquellos que provengan del país en mención. Concluyendo así que Rusia ya no es Rusia, porque nuestra relación con lo que era, ahora esta manchada por una guerra sin justificación y por la múltiple comparación del sistema político moderno ruso con la Alemania nazi.
Ciudad de México, 6 de Marzo 2022.