Las series de Netflix basadas en personajes de Marvel están a punto de abandonar la plataforma. Daredevil, Jessica Jones, Luke Cage, Iron Fist, The Punisher y The Defenders desaparecerán del servicio el 1 de marzo, tal y como se indica en sus respectivas fichas dentro del servicio.
Es el punto final de la alianza creada en 2013 entre la plataforma y el gigante del entretenimiento, en un contexto que nada tiene que ver con el actual.
Disney ha dejado bien claro que ahora quiere un buen trozo del home entertainment digital y en esa nueva hoja de ruta no hay sitio ni para intermediarios ni para que algo tan valioso como Marvel esté en el catálogo de otro servicio.
Los motivos del acuerdo
El acuerdo que permitió a Netflix desarrollar y distribuir series inspiradas en el universo Marvel tenía sentido hace nueve años. La compañía de Los Gatos, que acababa de hacer su debut en la producción de contenido original, accedía a un activo muy valioso. Para Disney la asociación también era muy ventajosa.
El negocio de internet, especialmente para las compañías tradicionales, era en aquel momento un verdadero quebradero de cabeza. A través de las licencias de contenidos y propiedad intelectual, Disney se ahorraba la inversión en infraestructura tecnológica de distribución y, al mismo tiempo, extendía la cobertura de sus propiedades, ya que Netflix había comenzado a expandirse internacionalmente.
Los planes de Disney estaban claros: desarrollar series de televisión (más baratas) y apostar por personajes menos conocidos, complementando la oferta del universo cinemático de Marvel.
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La colaboración se llevó a cabo a través de la productora ABC y, a pesar de presentarse como “Netflix Originals”, nunca les dio control sobre el producto final sino una suerte de usufructo, ya que coprodujeron las series a cambio de los derechos de transmisión (limitados en el tiempo por contrato).
Los personajes de «las series Marvel de Netflix» debutaron por separado hasta confluir en The Defenders, una suerte de «versión callejera de The Avengers». El balance de las series fue bastante bueno, especialmente en el caso de Daredevil y Jessica Jones.
Pero sin duda el más beneficiado fue Disney. Logró la expansión de su marca a otros códigos narrativos, ya que las series se enfocaban más en la rutina diaria de los superhéroes que en sus hazañas. Y también demostró que era posible adaptar la IP a distintos registros.
Las cancelaciones de las series llegarían en 2018, coincidiendo con el estreno de una de la tercera temporada Daredevil y sin causar excesiva sorpresa. Para entonces Disney ya había anunciado su intención de lanzar su propio servicio directo al consumidor, lo que convertía a Netflix en competencia.
«Las series Marvel de Netflix» estaban condenadas a no ver renovadas sus licencias, revirtiendo a su verdadero propietario. Marvel Television, como productora independiente, echó el cierre en 2019, y la producción de los shows televisivos se quedó dentro de Marvel Studios.
Disney trazaba así las líneas maestras de la nueva aproximación estratégica al universo televisivo Marvel, ahora desde Disney+: abandonar el low budget en favor de programas más alineados con la factura visual y el tono propio de las películas de Marvel.
¿Qué pasará ahora con las series tras salir del catálogo de Netlix? Internacionalmente, Disney+ será el nuevo hogar de Daredevil, Jessica Jones, Luke Cage, Iron Fist, The punisher y The defenders, a través del vertical STAR.
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Se desconoce, al menos de momento, qué pasará en Estados Unidos, en donde Disney+ está blindado frente al contenido que supere la calificación PG13. Esto dejaría HULU como destino natural, haciéndole compañía a las dos animaciones para adultos de Marvel que ya están en dicha plataforma: M.O.D.O.K y Hit monkey.
Disney se ha estado preparando para dar la bienvenida a los hijos pródigos, entrelazando la serie estrella (Daredevil) con sendos cameos de Matt Murdock y Kingpin en dos estrenos recientes (Spiderman: no way home y Hawkeye).
Más que recuperar algo destinado a ser fondo de armario, Disney podría estar regando la semilla de una segunda vida muy rentable.