Este año 2022, la organización de la sociedad civil “Reporteros sin Fronteras” reportaba la situación de violencia que enfrentaron los periodistas en México señalando que ocho periodistas fueron asesinados en 2020 y, tres más en 2021.
Los asesinatos y las innumerables amenazas y coacciones contra periodistas, cuya resolución habitualmente queda impune, suelen ser responsabilidad de grupos del crimen organizado, así como de autoridades que actúan en connivencia con esos grupos. (Reporte de Reporteros sin Fronteras)
En lo que va del año, en México han sido asesinados al menos 5 periodistas, uno de los peores arranques de año en esta materia. Es verdad que no es un tema novedoso, más bien, podríamos decir que incluso la sociedad mexicana, desafortunadamente, y una vez más, se ha “acostumbrado” a la violencia, se ha normalizado un problema que debería preocuparnos, pero sobre todo ocuparnos.
México lleva ya varios años en los peores lugares de clasificación mundial de la libertad de prensa (Reporteros Sin Fronteras) para 2021, México quedó en el lugar 143 de 180 países pegado a India y Camboya e incluso fue superado por países como Sudán del Sur, Marruecos o Zimbabue. Y sí, las comparaciones son odiosas, pero también nos dan una idea de donde se está parado.
La infraestructura, el desarrollo educativo, la democracia y las instituciones con las que cuenta México no tienen comparación con varios países africanos y latinoamericanos que lo superan en esta lista. ¿Cuál es el problema entonces?
Hay varias razones que podrían explicarlo, pero lo que no se explica es porque no está paralizado el país, como con otros muchos ejemplos en los que los ciudadanos deberían exigir que la administración en turno se ocupe de los verdaderamente importante. Si muere un periodista muere una parte de la sociedad, de la democracia, de la libertad.
El periodismo es tan noble que va íntimamente ligado a derechos constitucionales y a derechos humanos sin los cuales no hay sociedades democráticas: la libertad de expresión y el acceso a la información y a la verdad.
Y ya respondiendo a la pregunta, de acuerdo con los mismos periodistas, hay varios factores del porqué:
1)La impunidad con la que actúan la mayoría de los grupos criminales; 2) La impunidad con la que actúan algunos funcionarios y políticos a los que no les gusta ser exhibidos; 3) La falta de reacción de los gobiernos para activar los sistemas de protección a los periodistas; 4) El discurso de ensañamiento de la actual administración federal en contra de los periodistas que han replicado en los gobierno estatales y; el más importante 5) las descomposición de la sociedad mexicana en la que prefiero ver muerto a quien me exhibe antes de cesar mi forma ilegal de vivir, al fin y al cabo no lo voy a pagar.
Desde el púlpito no se arreglan los grandes problemas de un país, por ello invito a los gobernantes mexicanos a actuar de forma más contundente en contra de esta violencia generalizada, porque cada vez que muere un periodista, muere una parte de nuestra sociedad.
Carlos Gonzalo Blanco Rodríguez @cgonblanc
Periódico Digital