M.C. y H. Oswaldo Rodríguez Amaya
Hoy en día, con total respeto a los derechos políticos de todos los ciudadanos, prácticamente cualquier persona puede acceder a un cargo de elección popular, aún y cuando se desconozca la ley.
Durante los últimos tres años, desde el Palacio Nacional, se han violentado los derechos de las personas, de periodistas, de ciudadanos, de hombres y mujeres que han sido difamados, aún sin las pruebas suficientes y mas en este sentido, en un escenario en donde diariamente se construyen o se destruyen personajes como lo es la sede del Ejecutivo federal.
No obstante, hace más de nueve días, el presidente tuvo una baja en la popularidad en muy poco tiempo, lo anterior derivado del conflicto que se dio contra Loret de Mola y que por supuesto, por primera vez polarizo a los ciudadanos contra el presidente, pues, por ejemplo, según, la evaluación promedio registrada por Mitofsky muestra que el presidente bajó dos puntos porcentuales en un mes la aprobación al presidente Andrés Manuel López Obrador, pues su desaprobación entre los mexicanos creció, respecto al mes previo, al pasar de 34% a 36%, teniendo en cuenta que quienes mayormente desaprueban al presidente son los ciudadanos que tienen un nivel universitario y más, quienes representan el 57%, así como lo que cuentan con un nivel de estudios hasta preparatoria. Por otro lado, según la casa encuestadora de Campaigns & Elections la aprobación de AMLO bajó del 28 de enero del 2022 de 67.13% la 57% en 16 días.
Es importante mencionar que, el presidente, por mantener su gobernabilidad social, se atrevió a violentar una serie de articulados que la propia constitución señala como Derechos Humanos y que bajo ninguna circunstancia deberían de ser violentados, pues mientras que el presidente señala conocer la historia de nuestro país e incluso exige el respeto de nuestras garantías como nación, violenta nuestra Constitución Federal, pues mientras que el da a conocer datos personales de periodistas, se le olvida que, según el artículo 16 constitucional, en su segundo párrafo menciona:
“… toda persona tiene derecho a la protección de sus datos personales, al acceso, rectificación y cancelación de los mismos, así como a manifestar su oposición, en los términos que fije la ley, la cual establecerá los supuestos de excepción a los principios que rijan el tratamiento de datos, por razones de seguridad nacional, disposiciones de orden público, seguridad y salud públicas o para proteger los derechos de terceros”.
Por otro lado, el presidente también violenta lo establecido por la Ley de Protección de Datos Personales y el Código Fiscal de la Federación, sin embargo, esta no es la única ocasión que el presidente violenta lo establecido por la Ley, pues recordemos que apenas durante el año pasado el INE y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación solicitaron al presidente que se abstuviera de hacer mención al proceso electoral de elección de gobernadores, diputados federales o consulta popular, sin embargo, en un país como el nuestro, pareciera que la justicia es un lujo que el “pueblo sabio” no nos podemos dar. Al tiempo.