Por: M.C. y H. Oswaldo Rodríguez Amaya
Hace algunos días, el presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que habría de buscar una pausa con España, lo que llamó mucho la atención sobre la política internacional que habría de seguir México con uno de sus mayores socios comerciales y lo que implicaba que un alto número de acciones pudieran verse en riesgo.
En este sentido, AMLO aclaró que la “pausa” con España será con empresas que abusaron y que no con el gobierno, lo cual implicará que no se rompan las relaciones diplomáticas y políticas con este país, pues sin lugar a dudas, habría de mantener un conflicto relevante para nuestro país, sobre todo en el supuesto de que nuestro presidente no se ha caracterizado por tener una amplia política internacional y así también recordar que no ha sido el presidente de los viajes internacionales, pero tampoco ha sido el diplomático que impulse acciones reales de paz, cambio climático o reducción de la pobreza.
Es importante señalar que en la conferencia matutina de esta semana el presidente dio un viraje importante en su discurso, pues recordemos que hace apenas algunos días había señalado que la debería de haber una pausa con España, ante lo que hoy mencionó que su administración no tendrá como objetivo romper relaciones diplomáticas ni políticas con España y que solo aplicará cuestionamientos a las empresas españolas que abusaron de nuestro país.
Aunado a lo anterior, el presidente también manifestó que no habría de respetar al pueblo español, pues señaló que, “una cosa es el pueblo, otra el gobierno y otra la monarquía; son distintos. También, otra cosa son las empresas españolas y la única queja es que se abusó en otros tiempos de nuestro país y se le consideró como tierra de conquista por las empresas”.
Recordemos que el presente viraje en el discurso del presidente se da en el hecho de que el presidente y su familia se encuentran inmersos en una serie de escándalos por enriquecimiento y sobre todo, por que dicha familia no es congruente con la forma de ejercer el poder del presidente en un esquema de no ser “fifí”, además de la contestación que ha hecho Carlos Loret de Mola y los medios de comunicación que se han manifestado en contra de violentar la legislación fiscal por publicar sus ingresos, así mismo, hoy AMLO, según Campaigns & Elections, paso de tener el 30 de enero 56% de popularidad a tener 47% el 10 de febrero.
Serán los próximos días los que nos muestren si estos cambios en el viraje de los discursos de Andrés Manuel López Obrador se siguen dando y sobre todo, los impactos que tiene en todos nosotros como mexicanos.