La madrugada de este 15 de febrero, a sólo 32 días de que se cumpliera un año de la toma de la embotelladora Bonafont, cerca de trescientos agentes de Guardia Nacional y Policía Estatal de Puebla entraron a la ahora Casa de los Pueblos y desalojaron con violencia a los ambientalistas de los Pueblos Unidos de la Zona de Cholula y los Volcanes, quienes emitieron a los pocos minutos un mensaje de alerta.
La presencia de alrededor de 50 patrullas de elementos estatales y dos camiones de Guardia Nacional, ha sido documentada por gente que leyó en redes sociales la denuncia del desalojó y acudió a grabar desde la carretera México-Puebla el estado de la fachada de esta empresa embotelladora que fue convertida por los activistas en casa de cultura y clínica.
Los luchadores sociales informaron que, pese a la agresividad del operativo, les fue posible salir sin que hubiera heridos. Respecto a los perritos que los acompañaban en esta casa de cultura, lo abrupto de la salida les hizo imposible constatar si lograron dejar el lugar, sin embargo, esperan que hayan podido seguirlos fuera de las instalaciones ocupadas ahora por milicia y policía estatal.
El mensaje de alerta de los opositores a la sobreexplotación del agua realizada por Bonafont, está siendo replicado por numerosas organizaciones sociales del país, las cuales han dado a lo largo de estos meses su respaldo a la lucha contra la empresa transnacional.
Los Pueblos Unidos ya han emitido un comunicado:
Al Ejército Zapatista de Liberación Nacional
Al Congreso Nacional Indígena
Al Concejo Indígena de Gobierno
A los medios de comunicación
A la población en general
Los pueblos Unidos de la Región Cholulteca denunciamos que el día de hoy, 15 de febrero a la 1:20 am, Guardia Nacional, granaderos y policía estatal invadieron las instalaciones de Altepelmecalli, La Casa de los Pueblos. Con desmedida presencia de las fuerzas públicas los tres niveles de gobierno, una vez más, despojan y reprimen a los pueblos que desde hace casi un año cerramos la planta embotelladora Bonafont, del corporativo DANONE.
Esta empresa criminal robó millones de litros de agua diariamente en nuestra región, secando nuestros pozos, ríos y ameyales.
Tras expulsarla, los pueblos construimos vida sobre sus ruinas, con proyectos de salud, educación, comunicación, agricultura, ganadería, justicia y cooperativas.
Ahora el gobierno responde por los intereses de esta empresa y facilita que el despojo de agua reinicie.
Denunciamos a estos gobiernos que reprimen a los pueblos y protegen a las empresas.
Para ellos, el dinero está por encima de la vida.
Exigimos el retiro de las fuerzas Armadas de Altepelmecalli y la devolución de las instalaciones a los pueblos.
Hacemos un llamado a todos los pueblos, a las organizaciones hermanas, a las organizaciones de derechos humanos, a los medios de comunicación y a todas y todos los compañeros que han caminado con nosotros a sumarse a nuestra exigencia y a estar atentos ante la inminente persecución y represión a los pueblos.
Seguimos en alerta máxima.