Los pacientes habían perdido la movilidad en las piernas. Un tratamiento único de estimulación eléctrica les permitió andar y hacer deportes.
Un terrible accidente en motocicleta les truncó a tres hombres la posibilidad de caminar hace varios años. Con sus piernas paralizadas desde entonces, esta semana son noticia al convertirse en las primeras historias de éxito de un Un tratamiento único que consta de un dispositivo de estimulación espinal.
El innovador sistema fue desarrollado por investigadores de la Ecole Polytechnique Fédérale de Lausana (EPFL) y permite a los pacientes con una lesión completa de la médula espinal ponerse de pie, caminar e incluso realizar actividades recreativas como natación, ciclismo o remar en canoa.
Se trata de la estimulación eléctrica personalizada mediante placas de electrodos diseñadas específicamente para lesiones de la médula espinal. En un estudio que se publica hoy ‘Nature Medicine’, esta innovadora técnica ha demostrado que restaura los movimientos motores independientes a las pocas horas del inicio de la terapia en tres pacientes con parálisis sensoriomotora completa.
Los hombres, que no tenían sensación ni control sobre sus piernas, pudieron dar pasos apoyados en el plazo de un día después de encender la estimulación eléctrica, y pudieron caminar al aire libre con un andador después de unos meses, informan los investigadores hoy.
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El dispositivo de estimulación nerviosa no cura la lesión de la médula espinal y probablemente no elimine el uso de sillas de ruedas, afirman los médicos que los ayudaron en su recuperación, pero genera esperanzas de que la tecnología de asistencia sea lo suficientemente práctica para un uso generalizado.
“Para desencadenar los movimientos de las piernas y el torso, los investigadores necesitan estimular las raíces dorsales, pares de fibras sensoriales gruesas que se extienden desde ambos lados de la médula espinal. Las tiras de electrodos existentes también son demasiado cortas para alcanzar las raíces dorsales que controlan el tronco y permiten doblar y enderezar el torso”, explicó Courtine.
Así que él y sus colegas diseñaron un implante más largo y ancho, aproximadamente del tamaño de un dedo índice. Para colocar electrodos a lo largo de su superficie de modo que estimulen con precisión las raíces dorsales, los investigadores estudiaron cadáveres e imágenes de espinas sanas. Una vez que tuvieron el nuevo diseño, utilizaron modelos informáticos para predecir la posición ideal del implante en la médula espinal de cada paciente.
Finalmente, el equipo diseñó un software para activar los electrodos en patrones establecidos que producen movimientos como ponerse de pie y dar un paso. “Los implantes epidurales típicos administran pulsos de electricidad uniformes y repetitivos. La estimulación con patrones podría ayudar a volver a entrenar las redes nerviosas dañadas en la médula espinal para recibir e interpretar mejor las señales que descienden del cerebro que se conservan después de una lesión de la médula espinal, dice. Pero aún no está claro cómo interactúa la estimulación eléctrica con las redes espinales y, a su vez, las ventajas relativas de los dos enfoques”, comentó el doctor Peter Grahn, neurocientífico de la Clínica Mayo.