En el reporte de 2021 de la Asociación Mexicana de Internet, observamos que el bloque de edades se reduce cada vez más, considerando el primero de ellos, de los 6 a los 11 años, situación que se muestra lógica, ya que, desde el inicio del confinamiento por la pandemia, el trabajo desde casa y las clases en línea, hicieron que se generalizara su uso.
Constantemente, diferentes portales de seguridad informática, difunden los cuidados que se deben tener en el uso de internet entre las niñas y niños, es así que, como padres, sigamos atentos a los contenidos a los que acceden las niñas y niños, ya que, en los descansos entre clases, existen diferentes riesgos, principalmente, el uso y exposición a redes sociales.
Para Andrea Aguirre, psiquiatra infanto-juvenil de la Clínica Universidad de los Andes, expone que entre los aspectos más vulnerados se encuentra el desarrollo personal, la forma de aproximarse a otros niños, dificultando la capacidad de hacer amigos, alterando en mucho, sus habilidades sociales.
Menciona que, en el área cognitiva, las niñas y niños, pueden presentar alteraciones en la adquisición de la lecto-escritura, desarrollar menos la motricidad gruesa y fina y disminuir la creatividad que naturalmente se produce en el juego tradicional.
Dentro del núcleo familiar, reduce la comunicación y se genera el riesgo potencial, de que no nos demos cuenta, por el mismo ritmo de vida que se ha generado, de lo que les pasa emocionalmente a nuestros hijos y que pase desapercibida una sintomatología depresiva o de ansiedad.
Dentro de los principales riesgos, es la exposición a personas que quieren aprovecharse de ellos sexualmente u obtener datos personales, suplantación de identidad y ciberbullying.
Es por eso, que hace mención, de que la recomendación para que un niño acceda a redes sociales, es cuando ya tenga la capacidad de poder discernir entre lo beneficioso y lo peligroso. Cuando haya desarrollado una conciencia de la realidad e independencia, capacidad que se genera, alrededor de los 14 ó 15 años. Pero como todavía están en formación siempre es necesaria la supervisión y observación del adulto.
Es así que, los padres mantengamos una vigilancia permanente de los sitios web a los cuales acceden nuestras hijas e hijos, supervisarlos y guiarlos en el uso de las redes sociales, mantener una comunicación fluida y prevenir de los posibles peligros a los cuales se pueden enfrentar limitando el uso de internet a determinadas horas al día. Aprender a usar las herramientas de bloqueo de sitios con claves el uso de aparatos electrónicos y principalmente concientizarlos de no establecer relaciones con extraños y nunca dar los datos personales.
Recuerde que ante cualquier tipo de riesgo, siempre será mejor, prevenir.