“Ómicron está provocando hospitalizaciones y muertes. E incluso los casos de menor gravedad desbordan los centros de salud”, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus a periodistas.
El 11 de enero, la Agencia europea de medicamentos (EMA) había considerado que aunque la enfermedad siga en fase pandemia, la propagación de la variante ómicron transformará al Covid-19 en una enfermedad endémica con la que la humanidad tendrá que aprender a vivir.
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“Con el aumento de la inmunidad en la población y con ómicron, habrá mucha inmunidad natural además de la vacunación y avanzaremos rápidamente hacia un escenario que será más cercano a la endemia”, había declarado Marco Cavaleri, jefe de estrategia de vacunación en la EMA, con sede en Ámsterdam.
En Suiza, el ministro de Salud Alain Berset también consideró la semana pasada que la variante ómicron podría ser “el inicio del fin de la pandemia”.
Pero el jefe de la OMS se muestra más prudente y subrayó de nuevo que la variante ómicron no es benigna.
“En algunos países, los casos de Covid parecen haber alcanzado un límite, lo que deja esperar que lo peor de esta última ola pasó, pero ningún país ha salido totalmente del problema”, dijo el martes a los medios.
Se mostró muy preocupado porque muchos países tienen bajas tasas de vacunación contra el Covid: “la población puede tener más riesgos de sufrir formas graves de la enfermedad o de morir si no se vacunan”.
“Omicron es tal vez menos grave en promedio, pero decir que se trata de una enfermedad benigna es inexacto, afecta a la respuesta global y cuesta más vidas”, señaló Tedros.