● Es frecuente que a inicio de año las personas busquen hábitos saludables; sin embargo, las dietas “milagro”, que aseguran la reducción de talla en poco tiempo, ponen en riesgo la salud
● La integrante de la Clínica Multidisciplinaria de Salud indicó que ningún plan alimentario diseñado por especialistas promete bajar de peso en poco tiempo y debe considerarse que la obtención de resultados se aprecian después de seis meses.
Con el aumento corporal de cinco a siete kilos de peso durante la época de celebración decembrina, es frecuente que a inicio de año las personas busquen hábitos saludables; sin embargo, las dietas “milagro”, que aseguran la reducción de talla en poco tiempo, ponen en riesgo la salud, destacó la especialista en nutrición de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM), María Vianey Ortiz Pacheco.
La integrante de la Clínica Multidisciplinaria de Salud (CMS) de la Autónoma mexiquense señaló que ante la urgencia por recuperar el peso que se tenía anteriormente, es muy frecuente la desinformación, que al no ser validada por ningún tipo de vigilancia médica, puede ocasionar grandes daños al bienestar de las personas.
Precisó que ningún plan alimentario diseñado por especialistas en nutrición promete bajar de peso en poco tiempo, ya que eso depende de diferentes factores, como la historia médica del paciente, la actividad física que realiza, así como la edad y el sexo, por lo que debe considrarse que la obtención de resultados deseados puede tomar un tiempo mínimo de seis meses.
“Para cambiar un hábito se requiere de por lo menos 21 días; sin embargo, la clave es la constancia y el seguimiento”, señaló Ortiz Pachecho, quien recomendó acudir con un profesional de la salud, porque las dietas milagro no son balanceadas y tampoco consideran antecedentes familiares como diabetes, por lo que el establecimiento de una rutina descompensada incide en el metabolismo y podría detonar enfermedades.
La especialista universitaria señaló que entre los principales cambios que pueden aplicarse en la alimentación es incluir el consumo de más frutas y verduras, así como hacer cinco tiempos de comida para saciar el hambre y evitar consumir más calorías de las que requiere el organismo.
De igual manera, deben evitarse los carbohidratos -principalmente panes y pasta- y si resulta difícil omitirlos, se puede disminuir su consumo, ya que suelen tener poco valor nutricional.
Destacó que actualmente la CMS ofrece el paquete de consulta nutricional junto con un estudio de química sanguínea de seis elementos por un costo de 300 pesos, con el objetivo de que la población comience a cuidar su salud. Para agendar una cita pueden consultarse las redes sociales de la Clínica.